Después de tres décadas de "gestión colectiva" los okupas que desarrollan su actividad en el centro social La Redonda recibieron el pasado mes de febrero una demanda de desalojo por parte de los propietarios de los terrenos. Los usuarios de este espacio enviaron ayer un comunicado para reivindicar la permanencia del colectivo en esta edificación ubicada en el número 190 de Camino de Ronda donde desarrollan proyectos e iniciativas y donde se da cobertura a movimientos sociales de la ciudad. "A finales de febrero se recibió una demanda de desahucio por parte de la propiedad legal, que lo reclama como suyo después de años de abandono y desinterés", detallan en el texto. "Quien haya conocido este lugar sabe que merece la pena luchar por él y quererlo ahora más que nunca", añade el comunicado que defiende de manera rotunda la "okupación como herramienta de intervención política, de reapropiación del territorio privado, vacío y sin utilidad social para convertirlo en un espacio habitado, público y colectivo".

En esta línea, en CSOA La Redonda realizan multitud de talleres y actividades abiertos al barrio y al resto de la ciudad como comedores veganos, de circo, serigrafía, grupo de escalada o la oficina de ocupación que tiene como objetivo crear lazos de apoyo mutuo y de solidaridad entre las personas que practican o apoyan la okupación política ya que rechazamos la propiedad privada.

Además, cuentan con talleres para reparar o aprender a montar en bici, el espacio "corte de mangas", que funciona como un ropero gratuito, una sala de asambleas y una biblioteca que nace de "de la necesidad de intercambio y colectivización de libros, experiencias y conocimiento".

Casi una veintena de colectivos y asociaciones como la Asamblea Feminista Unitaria, la Asociación Pro Derechos Humanos de Granada, la Asamblea de Estudiantes del Campus de Fuentenueva, Biciescuela Granada, o CGT apoyan entre otras a este colectivo que lucha ahora por su supervivencia. También reciben el respaldo de la Biblioteca Social Libre Albedrío, otro espacio ocupado cuya permanencia también peligra. "Décadas de espacio vivo, la CSOA se queda", anuncian ambos colectivos que exigen el mantenimiento del centro social.