¿Cuál es la causa del fallo mecánico que ha provocado el desprendimiento del balancín en la pilona número cuatro del telesilla Emille Allais, ubicado en la zona de principiantes de Borreguiles?

Una investigación iniciada tras el siniestro por Cetursa y coordinada con la Guardia Civil, la Consejería de Obras Públicas y la empresa fabricante del remonte, Doppelmayr, tendrá que dar respuesta a esta irremediable pregunta. Para ello, varios agentes de la Guardia Civil se desplazaron a última hora de la mañana de ayer hasta el telesilla siniestrado para revisar las instalaciones.

Según destacó el director de Cetursa, Mariano Gutiérrez Terrón, las instalaciones "han pasado las revisiones anuales pertinentes", que consisten en el desmonte, limpieza y revisión de las pilonas, poleas, pinzas o cables, entre otros trabajos. A pesar de estas palabras, el accidente provocó las protestas de algunos heridos, que se plantean presentar una queja contra Cetursa. Así, una abogado de la empresa se ha puesto en contacto con algunos de los accidentados, que manifestaron su intención de presentar una reclamación en las oficinas de la empresa o una denuncia ante la Guardia Civil.

Según valoró Gutiérrez Terrón, la estación nunca ha vivido un accidente por desprendimiento de un telesilla al romperse una pieza del cable que sujeta el remonte, si bien hace dos años se desprendió del cable una silla del remonte Veleta.

Según destacó, la nieve "abundante" en la zona ha amortiguado la caída de los esquiadores y ha evitado, de esta forma, que las consecuencias del accidente hayan sido mayores. Así, el telesilla siniestrado, el más bajo de todos los que existen en la estación, tiene una altura máxima de 6,5 metros y la nieve estaba a algo más de dos metros, por lo que la caída fue a una distancia menor.