Alitas de merluza con pisto y garbanzos con bacalao, con su respectivo yogur y fruta. Este fue el catering que se entregó ayer a las familias del barrio de Rey Badis, en la zona Norte, afectadas por los cortes de luz con motivo del plan especial de emergencia que ha activado el Ayuntamiento para atender este problema por el que los vecinos se manifestarán el próximo 7 de febrero.

El protocolo municipal, que está activado también para hoy y mañana, es similar al que se activaría en una catástrofe natural como un terremoto y contempla además del servicio de comidas, la posibilidad de duchas con agua caliente en la piscina de Almanjáyar.

En total, se repartieron 57 menús preparados por la empresa Serunion –se habían previsto unos 160– y cerca de una treintena de personas se ducharon dignamente en una zona calefactada ante la imposibilidad de hacerlo en sus viviendas donde va y viene la luz después de que Endesa decidiera cortar el suministro a varios bloques.

"Como Ayuntamiento tenemos la obligación de dar respuesta a una situación inhumana, nos han pedido ayuda y hemos puesto un protocolo ante la desesperación de los vecinos", explicó la concejal de Derechos Sociales, Jemi Sánchez, quien estuvo colaborando en el reparto desde el mediodía, cuando se abrió la piscina para el plan de atención, hasta bien entrada la tarde.

"Lo mismo la semana que viene tenemos que volver a ponerlo en marcha", señaló la edil en referencia a que es se trata de una contingencia en la que hay que estar constantemente valorando lo que hace falta.

La concejal de Derechos Sociales colaboró en el reparto

"Lo pasamos mal con todo, no tengo ni para ducharme, ni para vestirme y voy a perder el trabajo". Habla Susana, una vecina que vive junto a otras dos personas en su casa, aunque ahora su padre ha tenido que ser ingresado debido a que es electrodependiente.

"Llevamos nueve días comiendo bocadillos gracias a que el Ayuntamiento nos ha puesto los locales públicos", apunta esta afectada que llama a toda Granada a manifestarse el próximo 7 porque "los apagones son constantes" y "generales" en la ciudad y todo el Área Metropolitana. Susana critica a Endesa por generalizar con los enganches ilegales y dejar desamparados a unos vecinos con los que no está cumpliendo y a los que, asegura, lleva haciendo sufrir desde 2014.

Otro caso en esta crisis de los cortes de luz en la zona Norte es el de Mari Ángeles, una madre de familia con tres hijos que recogió su comida en pijama ante el frío que hacía ayer y que espera una rápida solución para una situación que consideró inhumana. "Pasamos frío, no hay nada para calentarnos y he tenido que pedir dinero para comprarme un motor", indicó esta vecina de uno de los bloques afectados, quien gracias al hornillo que ha adquirido se pudo llevar los menús para calentarlos y comérselos dentro de su vivienda.

Historias que se resumen en las bolsas de plástico que se fueron entregando a cada uno de los vecinos que se acogieron a este plan de atención municipal para una situación que afecta a menores, mayores y enfermos que están pagando injustamente la guerra contra el fraude de los enganches.