El presidente de Cámara Granada y la Confederación Granadina de Empresarios, Gerardo Cuerva, ha mostrado su preocupación por el retraso de la parte granadina del Corredor Mediterráneo, especialmente de la conexión con Almería "que ni está ni se la espera, al menos hasta la próxima década", según dijo. Además, añadió que "Granada no se va a quedar descolgada otra vez de la construcción de la infraestructuras" y aseguró, de forma tajante, "que el Corredor no es Corredor sin Granada". Y es que tras 25 años esperando a que sea una realidad y cinco años de activa reivindicación a distintos gobiernos de España para que dé un impulso que permita finalizar el Corredor Mediterráneo, la sociedad civil le afeó ayer al actual Ejecutivo –y sus antecesores– las promesas incumplidas respecto a la ejecución y puesta en funcionamiento de esta infraestructura que considera vital para el desarrollo económico de España en pie de igualdad.

Unos 1.300 empresarios, entre ellos Cueva, asistieron ayer en Madrid al V Acto Empresarial por el Corredor Mediterráneo, que incluyó el segundo chequeo semestral al estado de l proyecto en cada uno de los tramos. El balance es negativo: ninguno está plenamente en servicio y hay muchos donde las obras ni siquiera han empezado.

El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente Boluda, que puso en marcha la plataforma de reivindicación del Corredor Mediterráneo puso, en nombre de esa sociedad civil movilizada, dijo que en este quinto aniversario de la demanda social "desgraciadamente hay muy poco que celebrar", porque "el estado de las obras está muy lejos de finalizar y, en demasiados casos, de empezar. "Y esto es un desastre para España, que no puede perder el tren de la vertebración", agregó ante empresarios de las 17 comunidades autónomas, además de autoridades nacionales y autonómicas.

Ciertamente, le escuchaban la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, los presidentes de Murcia y Valencia, Javier López Miras y Ximo Puig, o la consejera andaluza de Fomento, Marifrán Carazo, entre otros representantes institucionales.

Boluda dio argumentos para sostener la justicia de la reivindicación. Recordó que el arco mediterráneo español concentra el 50% de la población, el 45% del PIB o el 63% del tráfico portuario, entre otros parámetros económicos, por lo que no puede existir esa "brecha estructural" que crea una deficiente comunicación para pasajeros y mercancías que, además, ganaría en sostenibilidad porque el Corredor Mediterráneo ahorraría 900.000 toneladas de CO2.

En términos similares se había manifestado minutos antes del acto Juan Roig, presidente de Mercadona, quien afirmó que le parece "muy bien" que Madrid esté conectada con 22 ciudades españolas por vía ferroviaria, pero que el hecho de que ciudades como Girona, Barcelona, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Granada, Málaga o Algeciras no estén comunicadas entre sí es "una discriminación" para el 50% de los ciudadanos españoles que vive en los territorios por los que discurre el Corredor Mediterráneo.

El segundo chequeo semestral demostró la realidad de la infraestructura, ningún tramo totalmente concluido y muchos sin empezar o sin fecha. Igual que las estaciones intermodales. Ése es el contexto al que se enfrentaba la ministra Raquel Sánchez cuando subió al escenario para intervenir.

A duras penas, la ministra defendió que fue un ministro socialista, José Blanco, quien se concienció de poner en marcha este corredor, y asumió el reto de cumplir el compromiso de su antecesor, de que el AVE llegue a Almería en 2026. Es más, Raquel Sánchez elevó el compromiso a que en un lustro, el corredor esté terminado entre la frontera Francesa y Almería.

Para sustentar ese compromiso, Raquel Sánchez recordó que los Presupuestos Generales del Estado para 2022 recogen una inversión de 1.709 millones de euros para estas obras, de los que 558 corresponden a Andalucía; 540 millones a Cataluña; 377 millones a la Comunidad Valenciana y 233 millones a Murcia. Y añadió que en los últimos tres años se han licitado desde el Ministerio que dirige obras por más de 3.000 millones de euros para el Corredor Mediterráneo (una a la semana) y se han adjudicado otras por más de 2.000 millones y se han ejecutado más de 1.000 millones.

Otro elemento que le lleva a pensar que es posible cumplir la promesa que hizo ayer es que los fondos europeos del programa de recuperación Next Generation deban ejecutarse antes de 2026, un límite temporal que "presiona", dijo, para acelerar las obras.

La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, presente en el acto, resaltó a los periodistas "la oportunidad de llevar a cabo este acto reivindicativo" en la capital de España, por radicar en ella el Gobierno.

Carazo recordó que hay tramos en Andalucía que sufren un gran parón e instó al Ministerio a "no puede perder la oportunidad histórica que se conjuga con la llegada de los fondos Next Generation UE, así como los propios del nuevo marco operativo Feder", para cumplir los plazos fijados.

Por su parte, Gerardo Cuerva aseguró que "Granada tiene que estar en estos foros", en referencia al V Encuentro Empresarial, "porque ineludiblemente el Corredor Ferroviario del Mediterráneo tiene que incluir la conexión de Granada con Almería y Murcia por un lado y la mejora y adaptación de la conexión con Antequera por otro". En este sentido, pidió a los representantes políticos de Granada "un compromiso definitivo, gobierne quien gobierne, con esta infraestructura".

Para el presidente de la Cámara y la CGE, el Corredor es la infraestructura que definirá el futuro de Granada porque "abrirá de pleno una salida natural y eficiente para nuestros productos", ha apuntado, y porque es el primer paso para "afrontar otras necesidades de Granada como la conexión con Motril o la creación de núcleos logísticos de transporte en distintas zonas de la provincia".

En palabras de Cuerva, el abandono de las distintas administraciones en cuanto a infraestructuras de comunicación, "que parecía superado, vuelve a ser palpable cuando se analizan las deficientes conexiones de la provincia y la ausencia de grandes proyectos en los distintos presupuestos".