La empresa municipal de aguas de Granada, Emasagra, ha renovado un año más su alianza de colaboración con la Asociación de la Huella Verde de Granada mediante la firma de un convenio. Así, la compañía, participada por el Ayuntamiento de la capital e Hidralia, contribuirá de manera activa en este movimiento social que nació en 2018.

Auspiciado por profesionales del sector del turismo local, el objetivo principal de esta asociación es "sensibilizar e implicar al empresariado de la provincia y a la sociedad en general de la necesidad de tomar acciones para paliar los efectos del cambio climático y la degradación del medio ambiente, así como impulsar medidas para la transformación urbana de Granada en un modelo de ciudad más resiliente y sostenible", han señalado en un comunicado.

La Huella Verde, una alianza global a la que se han adherido empresas e instituciones de Granada y su provincia, tiene entre sus objetivos la transformación sostenible del territorio, apoyando el diseño y desarrollo de planes estratégicos y la reforestación de entornos degradados.

Así, Emasagra renueva su compromiso con este movimiento social "desde el convencimiento de que la suma de esfuerzos es clave y vital en la lucha contra el cambio climático y la conservación del patrimonio natural y cultural de Granada".

Al respecto, han añadido que seguirá implicándose de manera activa en todas las acciones que ponga en marcha la Huella Verde, con especial hincapié en la reconstrucción verde del entorno. En concreto, en el Parque de Las Canteras de La Zubia, donde en años anteriores la compañía ha realizado tareas de reforestación.

Durante varios años consecutivos, el voluntariado de Emasagra, formado por personas trabajadoras de la empresa y sus familiares, han realizado plantaciones de árboles en dicha zona, creando el 'Bosque de Emasagra' que es, a día de hoy, un nuevo sumidero de dióxido de carbono.

La actividad, impulsada desde el Área de Sostenibilidad de la empresa, continuará este año con la plantación de nuevos árboles que, como en los casos anteriores, contarán con alcorques adecuados para recibir el agua de lluvia, con un sistema de protección para evitar los efectos de la herbivoría y la insolación directa y, a su vez, la localización en los días en los que haya que realizar labores de mantenimiento y riego.