En el epicentro de este nuevo modelo de comercialización de las entradas de la Alhambra está el reto de acabar con el fraude, los precios desorbitados de empresas que mercaden con la visita, la reventa y toda la mala imagen derivada de las prácticas comerciales que durante años se han ido instalando en torno al conjunto monumental nazarí. Así lo expresó, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta, Patricia del Pozo, quien remarcó que todos los esfuerzos puestos en este nuevos sistema iban dirigidos a acabar con "esa imagen de entradas siempre agotadas" y con "las denuncias por supuesta reventa y acaparamiento que tanto perjudica el destino Granada y la imagen del conjunto monumental".

En esa lucha, una de las cuestiones inevitables ha sido la de mantener las entradas nominativas, algo que ya están pidiendo todos los monumentos con un volumen de visitas considerable y que es la tendencia que está marcando el turismo de gran alcance. Todo, pese a que el PP cuando figuraba en la oposición se alineó con los empresarios para criticar la decisión de la anterior dirección de la Alhambra de que todos los tickets, ya fueran individuales o grupales, tuvieran su correspondientes nombres, apellidos y señas de identificación.

Es por ello, que el Patronato de la Alhambra y el Generalife ha tenido que claudicar y razonar que las nominativas están totalmente justificadas por cuestiones de seguridad y de conservación del patrimonio. Pero también de lucha contra el fraude. Y es que la fórmula para combatir reventas o mercados artificiales se basa en el que hecho de que las entradas sean nominativas además de en la baja tasa de cancelaciones que podrán realizar particulares o empresarios.

De esta forma, la nueva normativa del monumento granadino indica que se pueden adquirir un máximo de 30 entradas por localizador, y para modificar el cambio de nombre del visitante, podría hacerlo hasta un día antes de la visita, en la siguiente proporción: de cinco a nueve entradas, una persona; de diez a 19, dos personas, y de 20 a 30, tres personas.

La directora del Patronato de la Alhambra, Rocío Díaz, indicó que "nos hemos visto obligados a cambiar la normativa" y pidió "no demonizar" al sector turístico ya que según ella “ha sido el propio sistema actual de ventas de entradas el que nos ha llevado a esta situación, algo que se podía haber evitado hace mucho tiempo".

"Nos queda un largo camino por recorrer, no es tarea fácil hacer un cambio así y estaremos vigilantes"Nominativas y poca opción de cancelar, la fórmula para evitar el fraude y la reventa, concluyó Díaz sobre la puesta en marcha de este nuevo sistema.