Covid-19

Estudiantes de Granada atrapados en Mallorca: “Vinimos a pasárnoslo bien y hemos acabado confinados”

  • Dos de los estudiantes retenidos en el hotel del Mallorca por el macrobrote cuentan su experiencia desde dentro

  • "Nos han confinado de forma arbitraria; tomamos precauciones"

Diego López, de 18 años, en la habitación del hotel de Mallorca donde se encuentra en cuarentena junto a otro compañero.

Diego López, de 18 años, en la habitación del hotel de Mallorca donde se encuentra en cuarentena junto a otro compañero. / G. H.

Atrapados en Palma de Mallorca, con vistas no al mar sino al bloque de al lado, a pensión completa pero de hospital, y sin saber ya cómo matar el tiempo. El que iba a ser el primer viaje de sus vidas se ha convertido en una pesadilla gracias al Govern de las Islas Baleares, que para atajar el macrobrote de coronavirus que ha surgido en la isla a causa de los viajes de fin de curso, ha decidido aislar a todos los estudiantes que han tenido, o hayan podido tener contacto con algunos de los contagiados. Y así están 14 de los 31 estudiantes granadinos afectados por este macrofoco de Covid-19, todos ellos estudiantes de La Zubia, de los cuales hay dos que permanecen en solitario tras dar positivo con síntomas. El resto de afectados, de Almuñécar, 16 están ya en Granada con un positivo entre ellos confirmado por Salud.

Diego López comparte habitación del Hotel Palma Bellver con Ismael. Son compañeros de clase en IES Trevenque de La Zubia, de donde son todos los confinados menos uno, del IES Laurel de la Reina, y que junto a otros 12 decidieron darse un homenaje tras hacer la Selectividad con un viaje a Mallorca que llevaban preparando desde Navidad. Ambos atienden a Granada Hoy desde su estancia, la cual está ocupada casi en su totalidad por las dos camas. "Después de un 2020 tan malo, confinados, dijimos vamos a irnos cinco días de viaje y decidimos venir a Mallorca", relata el primero de ellos.

El segundo cuenta cómo llegaron a esta situación: "Estábamos tomando algo y nos llamaron del hotel (estaba alojados en otro diferente al que están aislados ahora). Nos fuimos para allá corriendo y cuando llegamos estaba la Guardia Civil en recepción y una vez que entramos nos dijeron que no podíamos salir, que estábamos confinados, que era una orden judicial, cuando en verdad no lo era. A las cinco o así vinieron las ambulancias, nos recogieron y nos trajeron para acá. Nos impactó mucho", relata Ismael, aún incrédulo por lo que está viviendo. "Nos salimos a los balcones y así nos relacionamos con la demás gente, pero que entre que hay positivos que también está en los balcones y eso, estamos un poquillo cagaos", se sincera.

Habitación pequeña, sin vistas, con miedo a los positivos y a dar síntomas. El día a día no está siendo fácil, pese a llevar solo tres en esta situación. Empezando por la comida, que se sirve en bandejas de hospital y cuyo contenido es, eso mismo, comida de hospital. "Nos acabamos de comer unos macarrones que ni el tomate se mezclaba", describe quejoso, "si alguien se queda con hambre no puede hacer nada".

La solución de los repartidores a domicilio tampoco está siendo fácil. Alguna aplicación conocida había retirado la dirección del hotel para llevar encargas. Aunque ayer por la tarde sí se le hizo llegar un encargo a un Mercadona, después de que no se sirviera la merienda. Son los encargados de llevar las comidas a las habitaciones los que reparten algunos de esos pedidos, muchos realizados desde Granada por los mismos padre, que han creado un grupo de WhatsApp para estar comunicados. "A cualquier teléfono que llamamos no se coge o se cuelga. A la recepción la mayoría de veces nadie nos hace caso", vuelve a quejarse.

Diego López, que tras saber la nota en la Pevau está dudando entre hacer Ciencias del Deporte o Derecho, en estos días está haciendo un máster acelerado en legislación: "El Gobierno balear sacó una lista de nombres bastante arbitrarios, si haber hecho ningún rastreo, pero se nos consideró contactos estrechos y se nos obligó a confinarnos". "Nosotros no podemos movernos. De hecho se nos amenaza con que si salimos de la habitación estamos cometiendo un atentado contra la salud pública", desgrana. Ante esto cuando vuelvan a Granada, está pensando en demandar al Gobierno de las Islas Baleares, algo que ya ha hecho la agencia de viajes con la que estos jóvenes había contratado su estancia.

Lo que no se termina de explicar es de dónde salieron los positivos de sus compañeros ya que en "en ningún momento coincidimos" con el grupo que originó el macrobrote: "Las actividades las hemos hecho siempre con nuestras medidas de seguridad y nuestro grupo aislado". Además, los 14 estudiantes llegaron a la isla con test negativos. Pero ahora tienen que estar diez días aislados desde el último contacto estrecho con la contagiada. Si no hay más casos, dos días antes de cumplirse la cuarentena serán sometidos a otra PCR y si es negativa, podrán irse, "pero depende de las pruebas, así que a saber".

El barco de vuelta partió el lunes por la tarde, pero no lo pudieron tomar. Ahora se tienen que quedar al menos hasta el domingo y sin saber cómo volver a Granada. "Intentamos ser optimistas, por si podemos salir antes. Vinimos con la intención pasárnoslo bien en un viaje de estudios y hemos acabado confinados".

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