El presidente de Caja Rural Granada y su Fundación, Antonio León Serrano, ha recibido esta mañana la visita en Servicios Centrales de la Entidad financiera de la directora y del delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Granada, Luisa María Maeso Torres y Alfonso Marín, a quienes ha hecho entrega de una subvención de 10.000 euros para un proyecto de garantía alimentaria que ayudará a paliar la situación de desamparo de buena parte de los casi 130.000 granadinos atendidos por la ONG.

Estas personas viven en barrios donde predomina un entorno de pobreza en el que confluyen factores sociales, educativos, laborales…, que dificultan su inclusión. Según explican los responsables de Cáritas, las ayudas recibidas por entidades públicas en 2020 y 2021 a raíz de la pandemia, son insuficientes para amortiguar la gravedad de la situación socioeconómica en que se encuentran muchas de ellas, de ahí que necesiten la colaboración tanto de entidades y empresas privadas como de toda la sociedad. Fundación Caja Rural Granada ya respondió a la llamada de emergencia de la asociación solidaria el pasado año, cuando el Covid obligó a paralizar la actividad económica de la provincia.

En aquel momento, la ONG ya advertía del importante incremento de la demanda de familias con escasos recursos, que de la noche a la mañana perdieron sus fuentes de ingresos, autónomos, empleados en ERTE, trabajadoras del hogar, eventuales y otros que se dedicaban a la economía sumergida. Hoy, tras analizar el comportamiento de las cifras durante aquellos meses, se sabe que Caritas Diocesana de Granada atendió en 2020 a un 15% más de usuarios que en 2019.

Antonio León Serrano ha asegurado a la directora y el delegado episcopal de la organización humanitaria que Cáritas es una de esas ONGs “que nos ofrecen seguridad y confianza, por eso, estamos convencidos de que el dinero que aportamos se destina a cubrir muchas necesidades”.

Menor dependencia, mayor autonomía

Maeso y Marín han agradecido el gesto de la entidad y han explicado al presidente de Fundación Caja Rural Granada que Cáritas ha reemplazado la tradicional entrega de alimentos por apoyo económico mediante el uso de tarjetas monedero, transferencias y vales de comida, en colaboración con los supermercados del entorno, lo que ha supuesto una oportunidad de cambio y avance en la dignificación del derecho de alimentación. Esta modificación en el modelo de ayuda se ha traducido en una menor dependencia y mayor autonomía de estas personas.

Según datos facilitados por el colectivo humanitario, a las carencias alimentarias hay que sumar otros indicativos de empobrecimiento, como el hecho de que 6 de cada 10 hogares se encuentran en situación de alquiler, y el pago mensual de la cuota, así como de los suministros es prácticamente imposible. Un 9% de estas familias se ha visto en la necesidad de cambiar de vivienda para disminuir gastos, optando por el realquiler de habitaciones o el acogimiento en casa de familiares y conocidos.