Futbolistas 'gamers' y nuevos periodistas 'youtubers'

¿Cuánto dinero cree que puede ganar una persona por jugar a un juego de ordenador? ¿Cuántos seguidores cree que puede tener una persona que emite un programa sólo por la aplicación de internet "youtube"?

Es difícil de imaginar que en determinados países un chaval que juega al ordenador pueda ganar mucho más que un directivo o que un futbolista. Pero los hay, en España sin ir más lejos, nuestro mejor jugador nacional ingresa más de 600.000 euros al año por dedicarse profesionalmente a jugar al ordenador. Pero esto no es nada comparado con las cantidades que se manejan en el mercado estadounidense y en el asiático, donde los gamers (del inglés jugadores) ganan sólo en torneos millones de euros.

Y aunque alguien pueda decir que es una exageración compararlos con futbolistas o altos ejecutivos, hay que recalcar que ser un gamer lleva siendo considerado como un trabajo profesional poco más de cinco años, y cada año que pasa sus salarios aumentan y la cantidad de dinero que reciben por los premios de los torneos se multiplica.

También se puede pensar que aunque cobran mucho nunca tendrán el reconocimiento que una estrella de fútbol, que no tienen los mismos seguidores. Pues bien, en la final de la copa del mundo de uno de los juegos más jugados del momento league of legends, las 40.000 entradas que había a la venta desaparecieron de las taquillas. El año anterior la asistencia fue de 12.000 y dos antes de 8.000 personas. Todo muy espectacular. Imaginen un campo de fútbol con pantallas gigantes preparado para que dos equipos de cinco jugadores combatan en un juego de marcianitos.

Y por si a alguien le queda todavía alguna duda, hasta tal punto está reconocido el nuevo trabajo de gamer, que en EEUU les han concedido el visado de deportista profesional a determinados jugadores de ordenador. Sobra decir que la industria del juego y la tecnología han evolucionado y que actualmente los juegos no son aquellos de finales de los ochenta donde un coche que parecía hecho con piezas de Lego pasaba una y otra vez por la misma carretera.

¿Y qué es un youtuber? YouTube es una archiconocida aplicación para la difusión de vídeos. En ella los más de mil millones de usuarios pueden ver cualquiera de los miles de años de vídeos que hay colgados.

Otras estadísticas que pueden resultar curiosas es que, cada minuto que pasa se suben cinco días de vídeo a YouTube, y se están viéndose 323 días de vídeo tan solo en Facebook.

Vista la cantidad de público, no es extraño que se cree un nuevo formato de difusión. Para ello surgen los youtuber. Aparte de los vídeos musicales, de los que se hacen para el cumpleaños de un amigo, de vídeos de chinos cayéndose y monos fumando hay otra variedad, los de contenido.

Dentro de estos se encuentran los generados por los youtubers, que son esas personas que editan periódicamente un espacio con un contenido determinado. Y desde luego que los contenidos son de lo más variopinto, desde amas de casa que cuelgan la elaboración de sus recetas, gamers que hemos comentado con millones de seguidores o series caseras que han gustado al público.

¿Es rentable ser un youtuber? A diferencia de los programas de televisión donde los protagonistas cobran por programa emitido, YouTube paga a las personas que suben contenidos conforme a la cantidad de visualizaciones de los mismos. Además de esto, al profesionalizarse la profesión de youtuber, hay patrocinadores que buscan a los mejores y les pagan por ayudarles a publicitarse. Yendo al número gordo, los más seguidos pueden cobrar cerca del millón de euros al mes sólo gracias a la publicidad por la que paga YouTube, patrocinadores aparte.

La sociedad está cambiando, el aquí y ahora mandan. Cada persona quiere poder ver específicamente lo que está buscando y para ofrecerle ese contenido están los youtubers. ¿No sabes cómo hacer algo? Lo buscas en internet y seguro que habrá un youtuber que te explicará cómo hacerlo.

Es increíble que una persona con una webcam tenga más audiencia que programas de presupuestos millonarios. Es increíble que un niño de 16 años gane más dinero jugando al ordenador que un alto directivo del IBEX. Es increíble lo deprisa que va el mundo. O tal vez sea yo el que va demasiado lento.