Granada

Garasa apura la negociación para evitar el concurso de acreedores

  • La empresa confía en que salga adelante el acuerdo extrajudicial propuesto a sus proveedores y subcontratistas, para cuya adhesión aún queda un mes de plazo

Soportar una deuda de 70 millones de euros de impagos de clientes no es nada fácil. Ni siquiera para la mayor constructora de Granada, Garasa Esñeco, que con toda probabilidad hoy se verá obligada a presentar un concurso de acreedores ante la imposibilidad de atender su propia deuda con proveedores y subcontratistas. Desde que en 2007 estalló la crisis inmobiliaria, el incumplimiento de los compromisos de pago de los principales clientes privados de la constructora granadina -que tiene pendientes de cobro alrededor de 70 millones de euros, de los que más de la mitad están vencidos y no cobrados- y las restricciones de liquidez impuestas por las entidades financieras, han obligado a Garasa Esñeco a asumir la imposibilidad de atender puntualmente los pagos a sus acreedores.

Sin embargo, según informaron ayer fuentes de la empresa, hasta dentro de un mes no se sabrá con certeza si finalmente Garasa Esñeco entra en concurso de acreedores. Desde que el pasado 1 de junio la empresa comunicara al Juzgado de lo Mercantil de Granada que iniciaba las negociaciones con sus proveedores y subcontratistas para la adhesión a una Propuesta Anticipada de Convenio (PAC), los representantes de Garasa han intentado cerrar un acuerdo extrajudicial que evite dejar en manos del juez el futuro de la empresa.

Este acuerdo, cuyo plazo termina el próximo 1 de octubre y que necesita ser aprobado por un 90% de los proveedores y subcontratistas, establece la aceptación por parte de cada uno de los acreedores de una quita del 30% de la deuda que mantenían con Garasa Esñeco a 31 de mayo y de un calendario de pago del restante 70% en un plazo de veinte meses. Además, la constructora necesitaba negociar con las entidades financieras -las principales afectadas por las dificultades económicas de Garasa- el aplazamiento en el pago de la deuda y una financiación adicional para superar la situación. Pues bien, aunque éste último punto, pese a algún que otro inconveniente, va por buen camino para la empresa granadina, existe la posibilidad de que finalmente no consiga el apoyo del 90% de los acreedores y que se vea abocada al proceso concursal. Según fuentes de la constructora, muchos de sus proveedores y subcontratistas no confiaban en que ésta fuera una propuesta real, por lo que hasta el lunes el porcentaje de adhesiones era poco halagüeño. Sin embargo, en los últimos tres días el apoyo al acuerdo extrajudicial ha aumentado considerablemente, por lo que ayer los responsables de la empresa todavía mantenían un resquicio de esperanza de que prevalezca "la opción menos mala de todas". Si se consigue materializar este acuerdo, Garasa podría "reiniciar la actividad con normalidad y, a partir de entonces, cumplir con los compromisos asumidos".

De no conseguir el apoyo casi unánime de los acreedores, Garasa Esñeco tendrá que presentarse ante el titular del Juzgado de lo Mercantil su propuesta anticipada de convenio, redactada en unas condiciones menos ventajosas que el acuerdo extrajudicial. Aunque también propiciará que la situación concursal "dure el menor tiempo posible y que Garasa pueda reanudar su actividad". La propuesta anticipada -sin la que el concurso duraría mucho más y se reducirían las posibilidades de cobro por la existencia de créditos privilegiados- establece una quita del 50% de la deuda y un plazo de pago de la otra mitad de 54 meses.

Si finalmente Garasa Esñeco se declara en concurso de acreedores, la empresa contará con un plazo de un mes a partir de mañana para conseguir que se adhiera a su propuesta anticipada de convenio el 51% de los proveedores y subcontratistas. Es una voluntad de la empresa que, en el caso de que entren en concurso, los acreedores de Garasa se sumen a la propuesta anticipada de convenio, por lo que, aunque dos administradores concursales velarán por el cumplimiento del acuerdo, la empresa no será intervenida judicialmente.

En una carta enviada a sus acreedores, los responsables de la empresa recordaron que Garasa ya superó la crisis del año 92 gracias a sus proveedores y subcontratistas y que confían en que, después de quince años sin una sola incidencia en los pagos, también puedan salvar el bache de 2009.

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