La obtención, en 2018, del sello de excelencia Severo Ochoa por parte del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) supuso en primer lugar un reconocimiento a la altísima calidad de la ciencia desarrollada desde este centro, ubicado entre el Zaidín y Vergeles, que ya ocupa dos de las esquinas de la rotonda bautizada como Glorieta de la Astronomí y que ahora comienza su expansión en dos nuevos edificios. Por un lado, el CSIC ha adquirido el edificio aledaño, una casa que deberá ser remodelada desde los cimientos. Por otro, se trabaja en adecuar el local del Camino Bajo de Huétor donde anteriormente se localizaba el centro de salud de Bola de Oro. La apertura de la infraestructura sanitaria dejó libre este espacio, que ahora será ocupado (cuando se reforme) por científicos.

Estos dos nuevos inmuebles servirán para paliar la falta de espacio, bendito problema, porque el motivo está en el crecimiento de una plantilla de investigadores y técnicos altamente cualificados. Según los datos facilitados por el IAA, hace cuatro años (cuando el centro fue merecedor del Severo Ochoa), la plantilla estaba compuesta por 140 profesionales. Ahora son 240 trabajadores, con diferentes tipos de contratos. Con este crecimiento se ha hecho necesario la ampliación de espacios. De ahí la adquisición del edificio que colinda con la sede principal del Instituto. Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) recogen para este año un partida de 800.000 euros para la primera parte de este proyecto de ampliación cuyo coste total asciende a dos millones de euros y que el Ministerio de Ciencia e Innovación prevé culminar en 2023.

Desde el centro explicaron entonces, cuando se dio a conocer la inversión, que desde hacía tiempo existía la necesidad de ampliar espacios del centro del CSIC, dado el crecimiento de los últimos años. El proyecto se materializará en la finca que está justo al lado del instituto, Santa Margarita, y en el espacio de Camino Bajo de Huétor.

Ser centro de excelencia Severo Ochoa (sello que el IAA opta a revalidar en la convocatoria de este año) supone una financiación extra para quienes lo obtengan. Son cuatro millones que permiten abordar nuevos proyectos. El IAA-CSIC participa en el proyecto Solar Orbiter diseñado para explorar el Sol y es la única institución española que contribuye tecnológicamente en la misión Juice de la Agencia Espacial Europea, que estudiará Júpiter y sus lunas.

El IAA colidera además el instrumento Cármenes, que ha demostrado su capacidad para hallar planetas similares a la Tierra, y sus astrónomos han participado en el proyecto que ha permitido captar por primera vez la imagen de un agujero negro y la imagen del agujero negro del centro de la Vía Láctea. También está inmerso en SKA, uno de los mayores proyectos científicos de la humanidad.