La semana del coronavirus en Granada se cierra ahora los sábados y no los domingos, día que desde ahora se toma como 'festivo' por parte de la Junta, y que entorpece si cabe un poco más el análisis de los datos de la pandemia en cada provincia. Peor si cabe en Granada, la peor en tasas de incidencia y casos acumulados de toda la comunidad, y donde la situación preocupa sobremanera en la capital, que roza el cierre perimetral y ayer estaba a menos de un centenar de casos de estar en esa situación desde el viernes que viene. Es, de largo, la situación más preocupante. Así que con los datos que se disponen a día de hoy y con el apagón informativo de mañana, y buscando otras comparaciones para ver la evolución del Covid-19 en Granada, se puede confirmar esa tendencia que anuncia la llegada al pico de la cuarta ola próximamente y con menor virulencia que en las oleadas anteriores del otoño y la de después de Navidad.

Granada cuenta hoy con un parte que reza la notificación de 390 positivos por coronavirus contabilizados entre el día de ayer y primera hora de la mañana de hoy. Dentro de que sigue siendo un dato escandaloso (cabe volver a recordar que para una población como la de esta provincia, una situación de control sería de 20 o menos casos al día), el dato no es tan malo sobre todo por lo que avisa. Por segundo sábado seguido baja el número de casos notificados a Sanidad, si bien es cierto que dato de hace dos semanas venía 'contaminado' por la acumulación del Jueves y el Viernes Santo, donde no se ofreció parte oficial y los 582 casos fueron un agregado de 72 horas. 

Aun así, lo importante está en que son cerca de un centenar menos de contagios que los recogidos hace justo una semana (487). En el acumulado de datos de los últimos siete días, la semana se va a cerrar también con más contagios que la semana pasada, pero con un frenazo muy importante con respeto a la explosión de casos que hubo en la anterior. Es decir, el aumento de los contagios entre el el sábado 3 y el sábado 10 de abril fue del 84,07%, mientras que del día 10 a hoy ese incremento ha bajado hasta el 14,06% (reducción del 70% en la notificación de contagios). Esto es bueno. Ni mucho menos ideal, pero muy bueno, y muestra una gran diferencia con olas anteriores, en las que la explosión de infecciones fue muy superior en cifras y duró su onda expansiva mucho más tiempo, del orden de tres a cuarto semanas. La cuestión que se abre ahora es si la evolución de la ola será más lineal o si el dibujo de la curva será el mismo, pero menos abrupto.

La situación hospitalaria da hoy la de arena con el mayor aumento de nuevas admisiones de la semana, además, con tanta diferencia con respecto a la media que se estaba produciendo en estos días que toda apunta a que se han contabilizado con retraso los datos. Son 52 nuevos ingresos, 11 de ellos directamente en UCI. La media de los días anteriores había sido de 16. Está claro que el conteo de datos sigue siendo más que mejorable tras un año y un mes de pandemia. Esto ha conllevado que en situación real siga creciendo la presión con 368 encamados (+7 con respecto a ayer). De ellos, 290 están en planta (+6) y 78 en UCI (+1).

Ahora, que los datos hablan tanto de una reducción en la velocidad de nuevos ingresos por primera vez en un mes, y además, un comportamiento de la velocidad de ocupación de camas muy diferente a la de oleadas anteriores. Por partes. El nivel de nuevas admisiones hospitalarias por coronavirus ha vuelto al nivel de la semana previa a las vacaciones de Pascua. En aquella, de lunes a sábado, hubo 117 ingresos y en esta van 116. Durante Semana Santa hubo 111, pero hubo tres días sin cifras, por lo que el balance real debió ser superior. Podría casi asegurarse que es la segunda semana con bajada de ingresos.

Lo bueno viene en comparar la situación con la de hace siete días. El sábado pasado se acumulaban 202 nuevos ingresos por los 116 de esta, una caída del 42,6% y una media 10 casos inferior (23,2 frente a 33,6) Este promedio es el segundo mejor desde mediados del mes de enero, ante incluso de la explosión de ingresos de la tercera ola. Pero es que además, el comportamiento, en el estado real de los hospitales, de evacuación y ocupación de camas también es muy diferente ahora a los fenómenos expansivos anteriores. Esta semana ha sido la cuarta con los hospitales en fase de llenado de camas, oscilando siempre sobre los 10 puestos totales ocupados. Si se compara con la anterior ola de enero-febrero, la fase de crecimiento de presión hospitalaria duró seis semanas, y a la quinta se alcanzó el tope. Y si en esta cuarta oleada, la media de ocupación diaria ha caminado entre las 6 y las 10 camas, en la anterior osciló entre 1 y 22 en el mismo espacio de tiempo.

En toda esta comparación ya parecen vislumbrarse claramente el efecto de las vacunas, que están evitando más capítulos de Covid-19 grave y las muertes por este factor. No solo parece notarse ya en la hospitalización (en estas dos semanas ya tienen un cierto grado de inmunidad los grupos de edad más sensibles), es que las muertes se están reduciendo. Por ejemplo, este ha sido el segundo día de esta semana sin notificar ningún fallecimiento en Granada por coronavirus, y eso, desde el verano pasado y sin mediar días festivos, no había pasado antes. Con los 83 curados de hoy, los casos activos aproximados suben hasta los 13.903.

Vacunar, vacunar y vacunar. Y eso es lo que sigue haciendo Granada aunque el ritmo sea de 12.000 dosis menos que hace una semana. Y no es por capacidad del sistema, sino por los retrasos en las llegadas de las vacunas, aunque se espera que la semana que viene llegue a España el mayor contingente en lo que va de pandemia. Además, se espera que el martes la EMA emita un comunicado de recomendaciones sobre las paralizadas profilaxis de Janssen, lo que también incrementaría la capacidad de vacunación. En el día de ayer se pusieron 5.493 dosis en Granada, de las que 1.147 son segundas dosis. Hay 122.444 personas en Granada con al menos una entrega administrada (el 20,8%) y 68.834 con la pauta completada (el 7,48& de la población).