Granada tiene una cuenta pendiente con las mujeres en cuanto a la aplicación del Plan de Igualdad se refiere. El grupo municipal de Podemos-IU e Independientes reprochó ayer al Bipartito su falta de compromiso con la igualdad y exigió el cumplimiento total del V Plan de Igualdad, así como el desarrollo del siguiente texto ya que el programa se extingue el próximo año. La concejala de la coalición Elisa Cabrerizo pidió que no suceda como con los presupuestos o los grandes contratos, "hay que empezar a trabajar con un nuevo Plan que recoja las necesidades sociales de la mujer tras la pandemia".

"Este equipo de Gobierno tiene una cuenta pendiente con la igualdad, por lo tanto, tiene una deuda con la mitad de la población de Granada, y con la mayoría del personal de este Ayuntamiento", explicó la concejala que criticó que "si el Consistorio no ejecuta el Plan de Igualdad en su propia casa, difícilmente va a trabajar en políticas de igualdad con las granadinas".

La concejal sostuvo que las cifras que enunció el edil de Igualdad, José Antonio Huertas, que aseguran que se ha cumplido el 52% del Plan de Igualdad, "son datos contradictorios, porque él mismo aseguró después que quedaba un 17% por ejecutar". Cabrerizo, además, hizo hincapié en que, de facto, faltan por aplicar las cuestiones más importantes de este Plan, como en el teletrabajo, la contratación o los cuidados en términos de igualdad.

Otro punto clave, y que el Bipartito "ha decidido ignorar", es la elaboración de los presupuestos según una guía de igualdad de género, tal como recoge el documento. "Se han elaborado unas cuentas de espaldas a la defensa de los derechos de la mujer", lamentó Cabrerizo que completó alegando que este Ayuntamiento "que lo privatiza todo, se lava las manos" y no se encarga de que las empresas a las que contrata tengan un plan interno de igualdad o de conciliación.

La edil puso de manifiesto que la igualdad debe ser un eje trasversal en el Ayuntamiento y que, en aspectos clave como la contratación de puesto de libre designación o los nombramientos de puestos directivos, no están sujetos a ningún tipo de control, por lo que la mayoría son hombres, lo que afianza "el techo de cristal en el propio Ayuntamiento". Como ejemplo, la edil añadió el caso del Consejo de Administración de un órgano público como el Palacio de Congresos, donde "no hay ni una sola mujer", ni del propio equipo de Gobierno.