"En Granada me siento como en familia. Es que mis raíces también están aquí"

Con motivo de los actos de conmemoración del Bicentenario de la Batalla de Bailén, Napoleón vuelve a Granada, pero está vez lo hace en son de paz y sin ninguna intención bélica.

En realidad, no se trata del emperador galo que sometió a media Europa por ambición personal, sino de su último descendiente, el príncipe Charles Napoleón Bonaparte, que también en la actualidad es el representante de la Casa Imperial francesa.

El que también está considerado como Napoleón VII acompañó ayer al alcalde José Torres Hurtado en la ceremonia de homenaje a los tres mil granadinos que participaron en la contienda jiennense. Se reunieron en la calle Gracia, frente a la Magdalena, donde Torres Hurtado dio la bienvenida a Granada al heredero del ilustre estratega militar. Este último declaró que "mi sentimiento es el de alguien que se siente en familia. En el fondo mis raíces también están aquí en Granada".

En efecto, procedieron juntos a un acto de homenaje al antepasado granadino de Charles Napoleón al hacer una ofrenda floral a Eugenia de Montijo, que iba a volverse Emperatriz de los franceses al contraer matrimonio con Napoleón III.

También se recordó con afecto al cadete Juan Vázquez Afán de Rivera, que murió durante los eventos que sacudieron Madrid en 1808 a los doce años, defendiendo el parque de artillería de Monteleón. Después de entregar una corona de flores en la placa conmemorativa del también llamado 'pequeño héroe del 2 de mayo', Charles Napoleón resaltó "el placer de estar presente en estos actos conmemorativos, porque es fundamental que la gente recuerde la historia para no dejar que se repita y para avanzar hacia un futuro de paz".

Después de subir a la Alhambra y visitar el monumento junto al alcalde para rendir un homenaje al cabo de inválidos que impidió que los franceses volaran la 'fortaleza roja' con una carga de dinamita, Napoleón ofreció en la sede de CajaGranada la conferencia La guerra de España y la estrategia napoleónica en Europa a la que acudieron más de 400 personas.