Paco Puentedura, coordinador local de Izquierda Unida Granada, manifiesta la preocupación ante las recientes decisiones tomadas por el Ayuntamiento de Granada en materia de gestión deportiva. La privatización del centro deportivo Bola de Oro marca, según el grupo de izquierda, el inicio de un modelo que pretende trasladar la administración de todas las instalaciones deportivas a manos privadas, una medida que según Puentedura, va en detrimento del interés público por múltiples razones.

Para la formación de izquierdas, el gobierno municipal del PP en Granada, pone en entredicho la accesibilidad al deporte y el cuidado de la salud de sus ciudadanos, y planea el desmantelamiento progresivo del servicio público de actividades deportivas, Izquierda Unida recuerda el hecho de que estas instalaciones deportivas han sido construidas y financiadas con el dinero de todos los ciudadanos, convirtiéndolas en un patrimonio común, que no debe ser cedido al sector privado para su lucro.

La pérdida de empleo público que esta privatización conlleva es otra de las preocupaciones expresadas por el partido, señalando además la falta de oferta de empleo público destinada a reforzar el personal encargado de estas instalaciones.

También argumenta que esa falta de refuerzo de personal, afecta a la calidad de los servicios ofrecidos. La formación y experiencia del personal contratado por empresas privadas pueden no equipararse a los estándares exigidos para quienes trabajan directamente bajo la administración pública. Esto podría resultar en una disminución de la calidad de las actividades deportivas y en un trato menos personalizado para los usuarios, especialmente aquellos que tienen necesidades especiales o requieren atención específica.

Sin embargo, las consecuencias no se limitan únicamente al ámbito laboral. Izquierda Unida advierte sobre la expulsión de las escuelas deportivas municipales y las peñas deportivas de la ciudad, quienes se ven obligadas a desplazarse a instalaciones ubicadas en otros municipios de los alrededores, incrementando así la dificultad y el costo de acceso al deporte para los habitantes de Granada. Este desequilibrio en el acceso al equipamiento público afecta de manera desproporcionada a los barrios más vulnerables, donde el deporte debería ser una alternativa de ocio accesible y saludable para todas las edades.

La privatización de las instalaciones con mayor afluencia de vecinos deja en evidencia, según Izquierda Unida, una tendencia que se ha venido gestando durante años en la ciudad de Granada. Ejemplos como el Centro Deportivo de Albaida, el Centro O2, o el Centro We, son citados como casos previos de privatización. La gestión de la zona de instalaciones deportivas en el Botellodromo y la exclusión de la concejalía de deporte de las instalaciones del Distrito Norte también son señaladas como decisiones que afectan negativamente a la equidad en el acceso al deporte en la ciudad.

La organización señala que especialmente el impacto en los niños, jóvenes, personas dependientes y mayores, para quienes el deporte no solo representa una actividad recreativa, sino también terapéutica y fundamental para su salud y bienestar. La falta de instalaciones deportivas terapéuticas adecuadas para estas poblaciones en las entidades privadas, según IU, evidencia la priorización de intereses económicos por parte del Partido Popular, así como su incapacidad para gestionar los recursos deportivos de la ciudad.

La organización de izquierdas, anima a la ciudadanía a movilizarse en defensa de un servicio público, IU considera necesario involucrar a la ciudadanía, en la defensa del derecho fundamental de acceso al deporte, y a la vez, muestra la importancia de mantener la gestión pública sobre los recursos que son patrimonio de todos los ciudadanos. En tiempos donde la salud y el bienestar cobran mayor relevancia, garantizando que todas las personas tengan la oportunidad de disfrutar de los beneficios que el deporte ofrece.