El alcalde de Granada le aconsejó ayer a los trabajadores de la limpieza y a Inagra que se "ajusten todos el cinturón" si quieren encontrar una salida al conflicto que mantienen desde el pasado lunes. A la empresa le recordó que "si gana un poco menos tampoco pasa nada", y a los trabajadores que no hay ningún trabajador en España que tenga tres meses de vacaciones.

"Al final habrá entendimiento y yo confío en que sea cuanto antes porque una huelga de basura crea incomodidad a los ciudadanos y da una mala imagen de la ciudad", apuntó el primer edil. Torres Hurtado les pidió un pequeño sacrificio para ajustarse a las circunstancias actuales. "Algunos hemos tenido menos derechos porque no nos han dejado negociar sino que por decreto nos han rebajado el salario, nos han quitado las horas extraordinarias y nos han puesto más horas de trabajo", dijo en alusión a los funcionarios.

Sobre las nuevas condiciones que pretende implantar la empresa, el alcalde reconoció que si hay un convenio muy caro en el servicio de limpieza esto repercute en los ciudadanos y afirmó sin fisuras que el de Granada "es el convenio más caro de España por horas, con diferencia".

Por su parte, el concejal de medioambiente, Juan Antonio Mérida, explicó que cada día hay unos cuatro técnicos municipales que recorren la ciudad haciendo informes de la situación de salubridad de los barrios. Para ello, han copiado el modelo que utiliza la Junta de Andalucía y que consiste en unos cuestionarios en los que se va anotando día a día si hay insectos o roedores en las calles, si la basura está en descomposición o si hay olores.

De momento, no hay riesgo para la salud pública, sobre todo teniendo en cuenta las bajas temperaturas que evitan que los desechos se descompongan con rapidez. "Lo más importante es llegar a un acuerdo y mantener todos los puestos de trabajo", apuntó Mérida, quien reconoció que todavía no se le han pedido informes a la empresa pero habrá que hacerlo si llega el momento en el que la basura supone un problema de salud pública.