Granada

El 'Kiki', de nuevo ante el jurado por la muerte del agente Arcos

  • El juicio, que fue suspendido en junio debido a la pandemia, está señalado para esta semana

  • El caso sacudió a la opinión pública en 2018, cuando un delincuente disparó al guardia civil tras una persecución en Huétor Vega

Segundo intento de llevar a Juan Antonio M. G, conocido como el 'Kiki', a la sala de vistas de la Audiencia Provincial de Granada, donde ha de enfrentarse a un jurado popular que decidirá sobre su presunta responsabilidad en el homicidio del agente de la Guardia Civil José Manuel Arcos, muerto en 2018 a causa de un disparo, tras perseguir a un delincuente localizado en una ronda rutinaria en Huétor Vega. El juicio está previsto para toda la semana, desde el lunes 23 de noviembre.   

El enjuiciamiento estaba señalado para junio de este año en la Sección Segunda de la Audiencia, pero en el último momento quedó suspendido por falta de medidas de seguridad relacionadas con la pandemia de coronavirus. Iba a ser el primer proceso de este tipo que se celebraba en España desde el inicio del estado de alarma, pero al final quedó señalado para otoño, con tiempo suficiente para habilitar todos los requisitos sanitarios. 

El Kiki se enfrentará al mismo jurado popular que ya fue citado en junio, salvo los cambios por excusas de los elegidos, asunto que fue tratado hace más de un mes en la Audiencia. En la anterior cita judicial, el acusado llegó a ser trasladado al edificio de la Real Chancillería de Plaza Nueva, donde está la sala de vistas de la Audiencia Provincial, y ya conoció de primera mano el dolor de la familia y los allegados del guardia civil, que lo esperaban en la puerta de la sede judicial. 

En este juicio, el acusado, de 42 años, se enfrenta a peticiones de cárcel que oscilan entre los 23 y los 42 años de cárcel por un conjunto de delitos entre los que destacan homicidio, robo o tenencia de armas. La Fiscalía reclama una condena de 27 años de prisión, al no incluir entre los ilícitos el atentado y el homicidio en grado de tentativa de la compañera del agente Arcos que aquella noche hacía la ronda con él.

Otras acusaciones, entre ellas la de la familia del guardia civil (representada por el abogado Javier López García de la Serrana) o la Abogacía del Estado, elevan sus peticiones de pena porque sostienen que el acusado también disparó contra la otra guardia civil después de haber alcanzado a José Manuel Arcos. La defensa solicita la libre absolución.

Los hechos relatados en los distintos escritos de acusación se refieren a lo ocurrido en la madrugada del 15 de octubre de 2018, una noche en que la pareja de agentes hacía labores de seguridad ciudadana por varios municipios del arco sur del Área Metropolitana. La Fiscalía sostiene que el acusado había robado un coche y portaba una mochila con un arma, así que al toparse con el vehículo de la autoridad hizo una maniobra extraña para zafarse que resultó sospechosa a los agentes. 

La Guardia Civil dio el alto al vehículo, pero el conductor se dio a la fuga hacia Huétor Vega y se inició así una persecución que acabó a pie por las calles del municipio. El agente Arcos se adelantó y, según el relato acusatorio, llegó a alcanzar al delincuente, pero en el forcejeo éste le habría arrebatado el arma reglamentaria y disparado entre el vientre y la pierna, provocando una herida que resultó mortal en muy pocas horas. 

Cuando la compañera de Arcos llegó hasta el lugar, el acusado ya habría disparado e iba a reemprender la huida. Es ahí donde las acusaciones difieren, porque la Fiscalía no considera probado que el criminal hiciera un segundo disparo hacia la guardia civil que llegó más tarde y otras partes sostienen que sí lo hizo, lo que provocó la respuesta de la agente con su arma, aunque la bala dio en uno de los coches aparcados. 

El Kiki, apodo con el que es conocido este hombre con un largo historial delictivo, habría huido del lugar de los hechos y se escondió en un cortijo en el que tuvo que forzar la entrada. Luego robaría otro vehículo, con el que al final no pudo evitar enfrentarse a uno de los controles que la Guardia Civil puso esa mañana en la zona para localizar al delincuente que habría matado a uno de sus compañeros. Aquella captura y sus imágenes tuvieron la máxima difusión, tras varias horas de expectación por la existencia de un delincuente armado en paradero desconocido. 

 

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