Granada ha recuperado un elemento patrimonial único, el Lavadero del Sol del Realejo, que ya se puede ver, a falta de pequeños retoques, tras su rehabilitación y limpieza dentro del Plan Alhambra. Una intervención que comenzó a principios de 2022 y que acaba de concluir dando una nueva vida al único lavadero público histórico de la ciudad.
La intervención integral llevó incluso al desmontaje de todo el conjunto arquitectónico para paliara los daños estructurales que afectaban a su cimentación para garantizar su conservación.
Las obras comenzaron en el anterior mandato del gobierno socialista y acaban de concluir, a la espera de presentación y apertura, y se han enmarcado en la línea de colaboración y cooperación que el Ayuntamiento de Granada mantiene con la Junta de Andalucía y el Patronato de la Alhambra a través del denominado Plan Alhambra.
Desde ya, quien pasee por la zona del barrio realejeño ya podrá disfrutar de su totalidad aunque todavía siguen unas vallas que no dificultan su disfrute.
Una parte importante también ha sido la limpieza de las pintadas que afectaban a las columnas y la pila y por tanto afeaban el monumento, dando una imagen de abandono y degradación.
Elemento único en la ciudad
El lavadero público del Sol, que data del siglo XVI y XVII, se abastecía del agua procedente de la Acequia Real y en la actualidad es el único elemento arquitectónico de estas características existente en la ciudad.
En un principio el plazo de las obras era de cinco meses pero se alargaron y ha supuesto una inversión de 122.172 euros. Se ha restaurado cada una de las piezas, recuperado la estructura de madera de la cubierta, arreglado y conservado el pavimento y mejorado el sistema de hidráulico del lavadero.La intervención que ahora termina llevaba proyectada desde 2019 y tras numerosas reuniones se consensuó un proyecto que en marzo de 2020 tuvo valoración positiva y tras su inclusión en el Plan Alhambra y licitaciones pudieron comenzar las obras en febrero de 2022.
Lo que se ha hecho es el desmonte de la totalidad del lavadero (con una superficie construida de 19.22 metros cuadrados), diferenciando y catalogando cada una de las piezas que lo componen (que serán reparadas en taller), la adecuación del terreno de la totalidad de la Placeta Puerta del Sol y la incorporación de una cimentación mediante losa y micropilotes sobre la que se volverá a estructurar el lavadero. Así, se garantiza la futura estabilidad estructural del lavadero y se resuelve los desniveles de la placeta mediante una pendiente continua que facilita el acceso tanto al visitante como a los vecinos del barrio. Sólo se han sustituido los elementos que “se encuentren en malas condiciones y sin alterar el aspecto inicial del lavadero”.
Como se destaca en el proyecto, es el “último superviviente” de este tipo de equipamiento de carácter urbano cuya tipología común estaba conformada por una estructura adintelada, con tejado de teja morisca, sostenida por columnas de Elvira. El dato más antiguo encontrado del lavadero proviene de 1862, se trata de un expediente documental en el que se proyecta su construcción junto con la de otros lavaderos (Quesada, 2018).
No figura en ningún inventario o catalogación de la Administración autonómica, ni en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Únicamente se ve protegido junto al barrio en el que se encuentra bajo el Plan Especial de Protección, Reforma Interior y Catálogo del Área Centro del Conjunto Histórico de Granada.Y se destacaba en el proyecto que “en la actualidad el lavadero se encuentra en un buen estado de conservación a nivel estructural a pesar de los daños puntuales en los fregaderos de sus pilas; viguería o columnas, que se han ido degenerando progresivamente dada su falta de mantenimiento y el inadecuado uso de algunos ciudadanos (vandalismo, botellón, pintadas,...).
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