Decisión tomada. La Universidad estará en manos de Francisco González Lodeiro durante los próximos cuatro años. Las urnas le concedieron ayer la victoria con el 52,20 por ciento del voto ponderado. Este resultado lo dejó cuatro puntos y medio por encima de su oponente en esta segunda vuelta, Rafael Payá, que obtuvo el 47,66 por ciento.

Fue el profesorado el que situó a Lodeiro como ganador de la votación, ya que con las papeletas de este sector ya se hizo con el 35,54 del resultado. Y es que entre ellos se encuentra el colectivo con más peso en el voto ponderado, el del personal docente e investigador de la categoría de funcionario doctor. Este grupo decide ya un 51 por ciento del resultado, de modo que las 949 papeletas que consiguió reunir Lodeiro entre ellos ya le aseguraron casi un tercio del pastel. Aquí jugaron un papel decisivo, entre otras, las facultades de Ciencias y Letras, donde Lodeiro cuenta con un amplio apoyo.

Por su parte, Payá obtuvo sólo 700 votos en ese colectivo, que le dieron un 21,6 por ciento del voto ponderado. No obstante, puede quedarse con el buen sabor de boca de haber ganado en número total de votos, ya que sumó 7.071 papeletas con su nombre marcado, frente a las 6.612 de su contrincante.

De hecho, tanto en el colectivo de estudiantes como en el de personal de administración y servicios (P.A.S.)fue Payá el que obtuvo mayor respaldo. Un total de 4.869 alumnos le dieron su confianza, frente a los 4.423 que optaron por Lodeiro, pero este colectivo sólo tiene influencia sobre un 25 por ciento del resultado. Dentro del P.A.S., 868 sobres contenían el nombre de Payá, mientras que 575 prefirieron a Lodeiro.

Se repiten, por tanto, aproximadamente, las diferencias que se reflejaron entre los dos candidatos en la primera vuelta, votación en la que también Lodeiro había superado a Payá en el voto ponderado. Esta vez, eso sí, se ha reducido la distancia que los separaba, de los cerca de seis puntos en los que superó entonces Lodeiro a Payá ha pasado a los cuatro y medio, aunque hay que tener en cuenta que ahora sólo había dos candidatos en lugar de cuatro.

Calcan asimismo las diferencias en colectivos, ya que en la primera vuelta superaba Payá a Lodeiro, además de en número absoluto de votos, en el apoyo que consiguió en el sector de estudiantes y en el del personal de administración y servicios. También entonces la ventaja de Lodeiro vino determinada por el respaldo con el que cuenta el catedrático de Geodinámica entre el personal docente e investigador.

De todos modos, el hecho de que no haya habido un giro importante en ningún sector y la victoria de Lodeiro no haya sido más arrasadora parece significar que el pacto que cerró con los dos candidatos eliminados en la primera vuelta -Antonio Campos y Luis Rico- no le ha supuesto grandes beneficios. Así, el gran número de votos de alumnos que consiguió Campos en la primera vuelta no parece que haya ido a parar de manera evidente a Lodeiro, aunque sí es cierto que ha mejorado bastante su resultado en este sector, sumando unos 1.700 votantes más que en la anterior votación.

No obstante, tampoco cayó en la abstención este voto estudiantil, ni el de los otros candidatos, como se había temido que sucediera. Si bien es cierto que se redujo la participación de los alumnos -que pasó del 22 al 16 por ciento-, la caída no fue tan espectacular como se pensaba y estas cifras siguen siendo elevadas dentro de lo que es habitual en comicios de este tipo.

La participación total se vio como es lógico afectada por este descenso, aunque no se redujera significativamente la movilización de otros sectores, de modo que al final fue a las urnas un 21,22 por ciento de la comunidad universitaria. Entre todos, dieron su veredicto, y tomaron la decisión de poner el nombre de Lodeiro a la altura de rector magnífico.