Luis Salvador estrenará el martes su cargo de alcalde en la primera reunión oficial con otra institución. Será en Sevilla, donde visitará al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno que iniciar una ronda de encuentros con los nuevos alcaldes de Granada, Córdoba y Jaén.

La de Salvador será la segunda de la reuniones enmarcada en la ronda de contactos de Moreno en la sede de la Presidencia andaluza. La primera será con el nuevo alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP-A) y el miércoles con el de Jaén, Julio Millán (PSOE-A).

El viaje de Salvador a Sevilla será el primero como alcalde pero no este no se estrena en el cara a cara con otros dirigentes, ya coincidió tanto con el presidente de la Junta, Juanma Moreno como con el presidente del Gobierno Pedro Sánchez en la puesta de largo para recibir al AVE hace más de una semana.

El objetivo de estas reuniones, señalan desde la Junta, es trasladar a los nuevos alcaldes la disposición de colaboración de la Junta y tratar las prioridades para sus ciudades. En el caso de Granada, los proyectos en los que la Junta tiene mano directa se agolpan en el calendario político desde hace años y ha soslayado varias campañas electorales. Ahora, con acuerdo entre Ciudadanos y PP tanto en el Ayuntamiento como en la Junta, los proyectos nacidos del acuerdo programático que fusiona La Gran Granada del PP y la Ciudad Elegida cobran un vigor distinto.

Fruto de ese acuerdo entrarían grandes aspiraciones como una futura ampliación del Metro, alcanzar la Capitalidad Cultural 2031 (reto asumido como personal por parte de Luis Salvador), el cierre del anillo de la Circunvalación, la escalera mecánica a la Alhambra, el impulso al acelerador de partículas, los VAU, Viales de Accesibilidad Urbana o la nueva ubicación de la Biblioteca de Andalucía.

Salvador acudirá a Sevilla no solo con un equipo de Gobierno comenzando a caminar, también con un ruido de fondo que está enturbiando sus primeros días como primer edil. La incertidumbre sobre un acercamiento entre PSOE y Vox de cara a una moción de censura (la invitación llegó por parte del partido de Onofre Miralles) o que aún no haya fecha para el pleno de organización, que por otro lado podría ser bloqueado, plantean por ahora una parálisis en lo que a gestión de la ciudad se refiere. Con todo ello sobre la mesa, Salvador tendrá que tratar casi de forma inevitable temas más cercanos a sus partidos que a sus respectivas instituciones.