Día de la Mujer 2021

Manifestación del 8M en Granada: ni la lluvia ni la pandemia frenan el movimiento feminista

Vídeo de la manifestación del 8M 2021 en Granada / Antonio L. Juárez / Photographerssports

"Según la Aemet a las seis deja de llover", comentaba una joven granadina a su amiga, sobre las cinco y cuarto de la tarde de este 8M, mientras, paraguas color morado en mano, chequeaba el tiempo en su móvil a su paso por la Fuente de las Batallas. Con paso aligerado, más que por prisa, por llegar cuanto antes a la plaza del Triunfo y así resguardarse por allí en alguna zona cubierta, la otra respondía: "Y si no, pues habrá que mojarse un rato y ya está, ya ves tú. ¿No dicen eso de que más se perdió en la guerra? Pues esta es la nuestra". Esta sencilla conversación, escuchada en la calle casi por casualidad, es un ejemplo que recoge a la perfección el espíritu de una lucha que ni la lluvia, ni la pandemia, ha podido borrar. El Día de la Mujer no es una fiesta, sino una reivindicación en aras de lograr una igualdad real para lo que, a día de hoy, aún queda camino por recorrer. 

La situación derivada del coronavirus, y la recomendación del Ministerio de Sanidad de no celebrar actos multitudinarios, ha hecho que la llamada a manifestarse por las calles de Granada haya tenido menos respuesta que otros años –mientras que en 2019 se alcanzaron las 60.000 personas, esta vez han sido medio millar, según la cifra de la Policía Local; en torno a 850, según Policía Nacional; y cerca de 2.000 según las convocantes–, pero aún así, el morado no quedó diluido por la intensa lluvia, que a las seis de la tarde seguía apretando con fuerza en la capital granadina, y tió de color el Centro de la ciudad.

Distancia de seguridad, filas bien formadas y carteles en alto y encabezada con una pancarta en la que rezaba el lema "Con derechos, sin barreras, feministas sin fronteras", la marcha, que ha sido convocada por las plataformas 8M, Feminismo Unitario y 25N, ha echado a andar de forma puntual desde Triunfo, con el objetivo de, "ya llueva o truene", como comentaba una de las organizadoras, ponerle fin a las ocho de la tarde tras culminar su recorrido.

Tras unos tres cuartos de hora de recorrido, el agua dio una tregua a las asistentes a esta manifestación cuando la cabeza ya pasaba la estatua de Isabel La Católica al son de cánticos como "no tengas miedo, no te calles, es el momento de salir a la calle" o gritos de "no quiero tu piropo, quiero tu respeto".

Pañuelos y capas moradas, pines o pegatinas, eran algunos de los complementos de esta reivindicación en la que las mascarillas -de uso obligatorio y ejemplar, todo hay que decirlo- cubrían bocas pero no tapaban las voces de las miles de manifestantes -en su mayoría de edades más jóvenes que en otras ocasiones- que han clamado por todas aquellas que no han podido unirse, dadas las circunstancias sanitarias, a una marcha que pasadas las 19:30 horas empezaba a inundar el Paseo del Salón.

Poco antes de las ocho menos diez de la tarde, una performance -algo ya habitual en este tipo de citas- se abría paso entre las asistentes que, bien colocadas para cumplir con las normas estipuladas, comprobaban como el acto ya daba sus últimos coletazos. Y como si de puntualidad británica se tratase, a las 20:00 horas, un quejío flamenco ponía la nota final a esta especial manifestación de un 8M distinto, pero igual de sonoro. La lucha feminista no se diluye, por mucho que llueva, en Granada.

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