El Metro de Granada cerró su primer año natural con una cifra total de 10.207.006 pasajeros, lo que supone 792.944 menos de los estipulados en las previsiones iniciales de la Junta de Andalucía, que cifraron este hito en once millones. La Junta ha hecho públicos esta mañana los datos del primer año de explotación natural de la infraestructura, que por lo demás muestra cantidades y registros claramente al alza.

La única comparativa posible que ha hecho el Metropolitano en la presentación de resultados es con respecto al último trimestre de 2017, cuando los trenes empezaron a circular. Con respecto a ese mismo periodo, el incremento de pasajeros se ha situado en el 29%, pasando de los 2.359.686 viajeros a los 3.042.247 de 2018.

A estos datos al alza ha contribuido también que durante los pasados meses de octubre y noviembre (los más fuertes en todos los Metropolitanos de Andalucía, según explican fuentes de la Junta) hayan sido los únicos de la serie en los que se superó el millón de viajeros en el Metro de Granada.

Con respecto al primer balance anual, presentado en septiembre con motivo del primer aniversario del Metro, ha crecido también la media de usuarios en días laborables, pasando de los 29.250 entre los meses de septiembre de 2017 y 2018, a los 32.050 pasajeros registrados en el global de 2018.

En el conjunto de la semana, la media diaria de pasajeros que transporta el Metropolitano se sitúa en las 28.000 personas, también por encima del primer año real en septiembre, que se cifró en 25.936.

Otros datos ofrecidos por el Metropolitano de Granada en su primer año de explotación real sitúa la tarjeta del Consorcio de Transporte como la más usada en el tranvía (58,8% de las validaciones), y que la estación de Recogidas sigue siendo la que más movimiento soporta con un 13% del total del tráfico. Traducido en seres humanos suman 1,4 millones de personas en sólo un año.

Además, la demanda de uso de transporte público tras la puesta en marcha del Metro ha subido hasta el 13,5%, lo que suponen 112.075 viajes al día entre bus urbano, interurbano y Metro, y que la infraestructura ha retirado de la circulación privada a un 30% de usuarios.