Granada es una ciudad blindada. Al despliegue policial de más de 5.000 efectivos entre Policía Nacional y Guardia Civil se le suma el despliegue del Ejército, que se ha instalado en dos ubicaciones estratégicas para defender la ciudad ante posibles ataques derivados de la celebración de la Cumbre Europea. En estos lugares se han instalado baterías de artillería con misiles Mistral antiaéreos para defender, en caso de ser necesario, con toda la fuerza posible.

Los militares se han desplegado en la zona del Llano de la Perdiz, una zona de recreo habitual de los granadinos cercana a la Alhambra que ha sido cerrada al público para poder instalar centros de control, coordinación y el armamento necesario en caso de que una posible amenaza se convierta en real.

La otra ubicación es la Base Aérea de Armilla, un lugar acostumbrado a maniobras de este tipo que se ha llenado de militares con la misión de, si es necesario, actuar de forma rápida y coordinada.

Las baterías de misiles antiaéreos Mistral están compuestas por misiles tierra-aire dirigidos por infrarrojos. Es un sistema de armas para baja y muy baja cota portátil, que colabora en la defensa de puntos vitales o unidades de combate.

Este misil consta de un sistema de autoguiado directo pasivo, con navegación proporcional, cuya cabeza de guerra explosiva contiene 1.800 bolas de tungsteno y una carga explosiva de tres kilos de hexolita. La cabeza puede explotar por colisión, mediante espoleta de proximidad, o autodestruirse a los 12,5 segundos de su lanzamiento.

Su alcance es variable en función del tipo de objetivo. Así pues, el alcance eficaz ante helicópteros es de 4 kilómetros, mientras que en el caso de los aviones puede llegar a los seis.

Los militares desplegados por Granada se están dejando ver por numerosas zonas de la capital y el Área Metropolitana. Durante estos días realizarán tareas de vigilancia para apoyar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y supervisarán que no se produzcan amenazas de seguridad.