Motos y coches se 'reparten' las horas para compartir los aparcamientos

Si en una ciudad de las características de Granada las motos son una opción de movilidad más que considerable, el aumento de este tipo de vehículos provoca también un problema, la falta de lugares para estacionar. Ante esto, el Ayuntamiento ha decidido crear aparcamientos híbridos, que puedan usar tanto los vehículos de cuatro ruedas como los de dos.

La idea, que ya se ha puesto en marcha en algunos puntos de la ciudad, consiste en permitir el aparcamiento de motos durante el día y dejar esos espacios a los coches en el horario nocturno. El concejal de Movilidad, José Manuel García Nieto, explicó que la medida se aplicará en aquellas zonas en las que se ha observado que los ciudadanos utilizan la moto para desplazarse al trabajo, pero dejan el espacio vacío por la noche, un lugar que puede ser aprovechado por los residentes en esa zona para aparcar su coche al llegar a casa.

García Nieto destacó que el Consistorio está trabajando para tratar de facilitar la circulación a los conductores de motos, pero sin olvidar al resto de los granadinos. Además de las nuevas plazas que está previsto crear, los conductores de estos vehículos ya tienen un lugar reservado en los semáforos de la capital para arrancar los primeros cuando aparezca la luz verde. La medida, que ya se ha utilizado en otras ciudades como Madrid o Barcelona, fue anunciada por el edil hace casi un año.

En este sentido, García Nieto explicó que el objetivo es evitar determinadas situaciones "complicadas" que se producen en algunos de estos cruces cuando las motos tratan de avanzar entre los coches y señaló que espera que el resto de conductores respeten la nueva señalización, con lo que las motos podrán salir antes que los vehículos de cuatro ruedas, sin que esto suponga ningún peligro ni para ellos ni para el resto de conductores y peatones.

Sin embargo no todo van a ser beneficios para los motoristas El concejal de Movilidad explicó que en los últimos meses se han intensificado los controles de la Policía Local a los conductores de estos vehículos, con el objetivo, sobre todo, de vigilar el uso del casco, compaginados con las medidas educativas que se llevan a cabo entre los más jóvenes.