Granada

Noche de hogueras y magia

  • La costa se llena de visitantes para celebrar junto al mar la tradicional víspera de San Juan

  • Lanjarón vuelve a acoger su Carrera del Agua con más de 15.000 participantes

Como cada 23 de junio, a las ocho de la tarde, Erik, Cristian, Manolo, Vero y Nuria, junto a otros amigos, ya aguardan en la playa de Salobreña a que llegue la medianoche. Ellos son de Salobreña, pero entre estudios y trabajo, algunos pasan fuera prácticamente todo el curso por lo que la víspera de San Juan se convierte en un día especial, no solo por la magia que rodea a la fiesta, sino porque además para ellos es un día especial que está señalado en el calendario: su fecha de reencuentro. Todo está preparado para disfrutar de la noche en la que las hogueras inundan las playas, la magia se respira en el aire y el fuego y el agua se convierten en uno: la noche de San Juan.

"Lo tenemos todo preparado. Hay música, bebidas, algo para picar mientras se hace la comida en la barbacoa... Incluso ya tenemos prácticamente lista nuestra hoguera. Todos esos palos y troncos de ahí y los papeles que hay en esa bolsa, que son algunos apuntes de clase que ya no sirven, nos ayudarán a mantener el fuego encendido hasta las doce", explica Manolo. Pero se han olvidado de una cosa: "Oye, ¿y el boli? ¡Nos hemos olvidado el boli!", exclama Vero. Son las once de la noche y el tiempo apremia. "Hay que hacer tres papelitos y en cada uno de ellos escribir un deseo. Cuando den las doce, los tiras a la hoguera para que se quemen y después te das un baño en la playa. Podría decirse que es una especie de tradición que atrae la buena suerte y hace que todo lo malo desaparezca", explica Nuria, mientras el resto pregunta por los grupos de alrededor si alguien puede prestarles un bolígrafo que, por suerte, no tardan en conseguir.

Al igual que este grupo de amigos son muchos los que se han desplazado hasta la costa granadina para celebrar una fiesta que no entiende de edades y que todos disfrutan, y eso se notó también en las carreteras. Pasadas las doce del mediodía, la A-44 comenzaba a presentar tráfico denso, el cual dejaba hasta 12 kilómetros de retenciones en la Circunvalación entre Armilla y la capital poco antes de la una. Un incesante tránsito de vehículos que se extendió durante toda la tarde e incluso se alargo hasta pasadas las nueve de la noche.

Al igual que Salobreña, que además durante estos días celebra sus fiestas patronales en honor a San Juan, las playas de Motril y Almuñécar también estaban repletas de gente para disfrutar del momento más esperado de la noche. De forma puntual, a las 00:00 horas, la pólvora comenzó a pintar de colores el cielo y, junto con el primer gran estruendo, la gran hoguera organizada por el Ayuntamiento de Salobreña comenzó a prender de forma rápida, bajo la atenta mirada de los efectivos del Cuerpo de Bomberos desplazados hasta el lugar.

"Ahora quemamos los deseos y al agua, a iluminar el mar", indicó Eva, otra de las que se decantó por la costa granadina para disfrutar de la noche. Esta joven se encontraba junto a una amiga, y cada una de ellas portaba un pequeño vaso trasparente con algo de arena y una vela que introdujeron en el agua y comprobaron cómo la corriente los arrastraba, dejando un punto de luz que al rato se perdía mar adentro.

Esta imagen también se repitió en Almuñécar, donde las hogueras "oficiales" se centraron en la playa de Puerta del Mar. En La Herradura, la Tenencia de Alcaldía, preparó también la tradicional hoguera municipal, que fue ubicada cerca del polideportivo y frente al parque infantil, Manuel Vaquero. Pero en el resto del litoral sexitano también se dejaron ver pequeñas moragas, una tradición a la que no faltaron los típico y tradicionales bollos de San Juan, realizados con harina y levadura, aceite, matalauva y su correspondiente huevo duro.

En Motril, pese a que la celebración estuvo marcada por una polémica previa tras la cancelación por parte del Ayuntamiento de una fiesta que pretendía celebrarse en la playa pero que carecía de licencia municipal, la noche también fue todo un éxito. Muchos se decantaron por el litoral motrileño, donde pasadas las 22:30 horas se celebró, entre otras actividades, una gran fiesta de la espuma. "Siempre vengo a esta zona de Playa Granada con mi grupo de amigos y tras prender la hoguera y esperar un poco que bajen las llamas, la saltamos", comentó Manuel, uno de los muchos jóvenes que, como marca la tradición, saltó la hoguera "para desprenderse de lo negativo y atraer la buena suerte".

Como ya viene siendo costumbre, las hogueras no solo hicieron acto de presencia en la Costa, sino que también se dejaron ver en municipios del interior. En Vegas del Genil se habilitó una zona en el antiguo campo de fútbol donde los vecinos pudieron hacer barbacoa para después asistir al prendido de la hoguera municipal. Por su parte, en Monachil, los ritmos cubanos fueron protagonistas durante la fiesta Tropicana que se celebró en la localidad.

Pero e la celebración de la conocida como 'noche más corta del año' también tiene cabida el deporte, tal y como demostraron los municipios de Cenes de la Vega o Lanjarón. En el primero se celebró la tradicional Noche de Trail Running de San Juan, una carrera la que se inscribieron 400 atletas, pero que contó con una asistencia mayor que, una vez finalizado el recorrido por el monte de Cenes, disfrutaron de música en vivo y las tradicionales hogueras en el recinto del Polideportivo Municipal.

La cita acogió dos circuitos deportivos, el IV Trail Nocturno de San Juan, con un recorrido de 10 kilómetros, y la Marcha Familiar Nocturna, que transcurrió por el margen del Río Genil a su paso por el municipio cenero, con 4 kilómetros de recorrido.

Mientras que en el enclave alpujarreño, la afamada Carrera del Agua congregó a unas 15.000 personas en una cita que cada año atrae a más gente debido a su peculiaridad. A partir de la medianoche, todos los asistentes salieron a correr por las calles de la localidad mientras los vecinos, desde balcones y ventanas, les daban su peculiar 'baño' de San Juan.

Daba igual si se hacía en la playa, en el interior, haciendo deporte o saltando una hoguera, lo importante era celebrar y disfrutar junto a amigos y familiares de una fiesta tras la que ya sí se puede decir de forma oficial que queda inaugurado el verano.

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