Salud

Nueva ola del coronavirus en Granada: ¿Por qué hay tantas reinfecciones?

La Feria ha sido una palanca impulsora de casos de Covid-19 en Granada

La Feria ha sido una palanca impulsora de casos de Covid-19 en Granada / Mario Puertollano / Photographerssports

Durante los dos años y pico de pandemia, las personas ha desarrollado una técnica para saber cuál era la incidencia del coronavirus. Bastaba con saber el periodo de tiempo y el número de amigos, familiares, vecinos o compañeros de trabajo había dado positivo. Si eran tres o más en un periodo de tiempo de pocos días, es que la ola del virus iba para arriba. Si no se conocían casos o había pocos en un lapso de tiempo superior o más a la semana, es que la curva iba decayendo. En Granada ahora mismo se está más en la primera fase que en la segunda. Incluso antes de la Feria del Corpus. Quien más quien menos sabía de casos cercanos que no podían ir al ferial por estar confinados o incluso quienes conocen a gente que, aun siendo positiva pero no tener síntomas, fue irresponsable y se dejó caer por el Real de Almanjáyar. ¿Pero explica la feria por sí sola el aumento de casos que se está viviendo en Granada en la última semana, o hay razones más científicas detrás como una pérdida de la efectividad de las vacunas o la irrupción de nuevas cepas del coronavirus más infecciosas?

Granada sumó este martes, en el último parte de incidencia de la pandemia 885 casos de coronavirus. Pero hay que tener en cuenta un factor: desde el mes de marzo el Gobierno y las Comunidades Autónomas acordaron cambiar el método de recuento de casos, por lo que estos 885 contagios se refieren pruebas diagnósticas a personas con síntomas leves y si estas son menores de 60 años y no tienen factores de vulnerabilidad ante el Covid-19, como los son pacientes en tratamiento, embarazadas o personas que presentan inmunodeficiencias. Es decir, que los 885 casos no son todos los que de verdad se han producido y representan solo a una parte de la población, en concreto la más susceptible de empeorar su salud al contraer el SARS-CoV-2 y con quien el virus se ha mostrado más letal. La cantidad real de contagiados es mucho mayor y no está siendo contabilizada.

Por todo ello es complicado establecer la virulencia real de la pandemia en estos momentos. Solo se sabe que la evolución de los casos que ahora sí constan oficialmente, y que han seguido la serie en lo que va de junio desde los 478 del día a los sucesivos de 351, 446, 295, 341, 592, 876 y 885. La tasa de incidencia avanza un crecimiento de casos en la próxima semana, ya que todos los valores presentan una evolución lineal por encima de la ratio a dos semanas actual. Así, estará por encima de 500 casos (por los 396 actuales) en la franja de 60 a 69 años, de los 660 (ahora 510) en la siguiente, y superior a los 800 casos de 80 años en adelante (ahora en 669). Además, el dato más real sigue siendo el de hospitalizaciones, donde de una tacada se ha situado cerca del centenar de personas con coronavirus, que han obligado a reabrir camas en zonas especialmente habilitadas, aunque por primera vez desde agosto de 2020 no se notificara ningún paciente en las Unidades de Cuidados Intensivos de la provincia por Covid-19.

¿Qué dice todo esto? Pues que poco a poco se están estableciendo las nuevas variantes del coronavirus en la población, y que estas, como todas las anteriores, desde la cepa original, han ido perdiendo virulencia pero ganado capacidad de infección. Se estima que en España la variante BA.5 ya supone el 76,5% de los casos positivos, por lo que tanto esta como la anterior, la BA.4, están en su fase expansiva y pueden llegar a infectar tanto a personas vacunadas, aunque no provocar casos sintomáticos o graves. De ahí a que en Granada se esté soportando un nivel de saturación hospitalaria muy por debajo de las grandes olas anteriores, sobre todo las previas a la vacunación masiva, en relación a la cantidad, ahora estimadas de casos de Covid autodiagnosticados y que no figuran de forma oficial.

Granada afronta así una nueva ola que puede ser la séptima, en una especie de continuación de los casos de la Semana Santa, donde subió la incidencia sin que realmente decayera con los días, y aumentada por las fiestas del Día de la Cruz; o la octava si se considera que la caída posterior fue los suficientemente grande como para que estas sea una nueva oleada. Lo que parece estar claro es que los nuevos sublinajes de la variante ómicron del coronavirus son más transmisibles y están provocando muchas reinfecciones en personas que incluso dieron positivo por Covid en los últimos meses o han recibido la tercera dosis de la vacuna hace poco tiempo.

Esto conllevará un mayor número de muertes y hospitalizaciones, como ya se está viendo en Granada, pero por pura estadística más que por letalidad del virus. A más infectados, mayor probabilidad de enfermar y que en casos concretos puedan provocar la muerte. Pero lo que estas nuevas subvariantes están provocando son cuadros leves con los síntomas propios del Covid-19 como moqueo, tos, cansancio, fatiga muscular y cuadros febriles, entre los ya conocidos.

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