Granada

Nuevo rumbo para las niñas de Costa de Marfil

En tiempos de crisis económica las organizaciones no gubernamentales han sufrido con mayor incidencia los recortes. En España, por ejemplo, numerosas organizaciones han tenido que echar el cierre como consecuencia de la falta de ayudas o la caída de los socios que también están pasando por un momento crítico. Sin embargo, existen personas que no dejan de luchar por la igualdad de derechos de todos los ciudadanos. Voluntarios que no cesan en su esfuerzo de unir recursos para dotar de servicio médico a las poblaciones más remotas, de brindar a los más pequeños de educación y de poner una pizca de esperanza a un panorama muy difícil.

Una de estas personas es Vanessa Koutouan, directora del Centro Rural Ilomba y que después de estudiar Comunicación y especializarse en infografía decidió regresar a su país para ayudar a sus vecinas. Así empezó a prestar apoyo en el centro que ahora lidera situado en el área Boukéy, una de las zonas más pobres de Costa de Marfil, donde ya ha ayudado a la promoción escolar de 40 niñas. En este centro, según explica, se ofrecen clases a niñas para que en un futuro puedan ganarse la vida. Pero también hay un dispensario médico y un espacio donde se realizan actividades para los habitantes que residen en la zona.

Así, Koutouan muy pronto se dio cuenta de que en su país hacía falta brindar a las niñas una educación más allá de la enseñanza Primaria para cambiar su futuro. "También les damos clases de costura o de cualquier actividad que les permita ganarse la vida", relata Koutouan, que ha estado en las dos últimas semanas viajando por España. Según relata, en las zonas rurales las familias no apoyan demasiado que las hijas estudien, por lo que muchas terminan haciendo trabajos poco cualificados o, incluso, prostituyéndose. Por eso en este centro se les enseña a mirar la vida un poco más allá, se les da la oportunidad de formarse en un oficio que les cambie la vida. "En Navidad, por ejemplo, estuvieron vendiendo manualidades que ellas mismas habían elaborado. Gracias a su esfuerzo sus familias pudieron comer pollo en estas fechas, un alimento muy poco común en las áreas rurales de Costa de Marfil debido a su precio", indica Koutouan. Por otra parte, en el dispensario médico donde atiende a una media de 600 personas al año disponen de consultas de pediatría, ginecología y de adulto y área cuidados a las personas de la tercera edad y también rehabilitación nutricional para los niños. Todo ello es posible gracias a numerosos voluntarios que ofrecen su tiempo y sus ganas en el centro. "Hemos ido a las ciudades para explicar el proyecto y de ese modo hemos conseguido profesionales voluntarios", dice. Ahora lo que desean es ampliar estas instalaciones para llegar a más gente pero también para cambiar la mentalidad que hay sobre la mujer".

Esta semana, Teresa de Borbón dos Sicilias, presidenta de Honor de Harambee España, entregó el Premio Harambee 2015 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana 2015 a Vanessa Koutouan, directora del Centro Rural Ilomba, una iniciativa educativa y asistencial en el área de M'Batto-Bouaké, una de las zonas más pobres de Costa de Marfil. "Me sorprendió mucho recibir este premio y estoy muy agradecida a todo el equipo", dijo Koutouan, que destinará el premio a la construcción de un colegio de educación secundaria. "El empeño de Ilomba no es que la mujer africana sobreviva, sino que viva con la dignidad suficiente pudiendo desarrollarse profesionalmente porque en este rincón de Costa de Marfil, el trabajo bien hecho se valora, pero nos faltan todavía recursos básicos", reconoció la galardonada.

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