Once detenidos en Granada por adulterar el gasóleo agrícola
La Guardia Civil practica registros en una nave industrial y un domicilio de Pinos Puente Se les imputa fraude a la Hacienda Pública
Once personas han sido detenidas en la provincia de Granada en el marco de una macrooperación desarrollada a nivel nacional por la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera contra una decena grupos criminales dedicados a adulterar el gasóleo, con la connivencia, en muchos casos, de gasolineras.
En Granada, han sido dos los registros practicados. Se han llevado a cabo en el municipio de Pinos Puente, concretamente en un domicilio particular y en una nave industrial, según indicaron fuentes del Instituto Armado.
En cuanto a los detenidos, no han trascendido sus identidades ni ocupaciones, pero sí que son de distintos municipios del mapa provincial, entre ellos Pinos Puente, Loja y Churriana. Los posibles delitos que se les imputan, según otras fuentes judiciales consultadas por este diario, son presunta defraudación a la Hacienda Pública, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.
Por lo visto, los investigadores sospechan que los detenidos adulteraban el gasóleo agrícola para venderlo como gasóleo normal. En concreto, las fuentes detallaron que los implicados habrían manipulado los componentes del combustible agrícola para variar su coloración y hacerlo pasar por el gasóleo más caro.
Entre los arrestados en toda España -más de medio centenar- hay empresarios relacionados con los hidrocarburos, según informaron fuentes de la investigación a Efe. La operación se ha llevado a cabo en casi una treintena de provincias, en las que se han desarrollado decenas de registros en domicilios, gasolineras y en polígonos industriales donde supuestamente se alteraba el combustible.
Al parecer, gasolineras de distintas empresas podrían estar implicadas en este fraude, que conlleva un gran riesgo para la mecánica de los automóviles al transformar gasóleos B y C, usados en maquinaria agrícola y calefacción, en gasóleo originario tipo A, empleado como combustible para coches y camiones pero que, además, era engordado con otros hidrocarburos y sustancias. Dado su precio más barato, miles de consumidores han repostado este combustible sin ser conscientes del peligro que entrañaba para sus vehículos, según las fuentes, que han destacado que en este fraude están implicadas organizaciones criminales que además de dedicarse a esta actividad, desarrollaban otras también ilícitas como tráfico de drogas. Se calcula que los implicados han incurrido en un posible fraude al impuesto especial de hidrocarburos que ronda los 2.000 millones de euros anuales.
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