Opositores que aspiran a una plaza de auxiliar administrativo en la Universidad de Granada manifestaron, a través de un comunicado, sus críticas a la Universidad por sentirse "estafados y abandonados". 

El colectivo "recrimina a la UGR su abandono a la hora de gestionar la creación de la lista de funcionarios interinos" después de dos exámenes en los que no han conseguido la plaza. Alegan que desde Gerencia se les ha comunicado que se volverá a ordenar la lista de interinos según el "reglamento vigente" y "no uno nuevo" en el que se valore haber superado los dos últimos exámenes convocados por la propia UGR. Indica que esto les pone en una "clara desventaja" con respecto a opositores "con más de diez exámenes aprobados en otras universidades".

La cuestión es que se otorga un punto por cada uno de los exámenes aprobados en cualquier universidad española "sin límite alguno", como ocurre en otras instituciones. Además, recuerdan que en el proceso selectivo de hace un año apenas aprobaron 103 personas de casi 3.000 aspirantes. En las últimas oposiciones, la tasa de aprobados fue mayor, con 746 aspirantes que superaron la prueba.

En respuesta a las críticas, desde la Universidad de Granada se alega que en los últimos meses se han desarrollado dos procesos selectivos de concurso oposición. El primero contó con 77 plazas y el segundo con 83. "Está previsto además que tenga lugar un nuevo proceso tan pronto como la Junta de Andalucía lo autorice (otras 46 plazas)", indica la UGR.

La nueva convocatoria se prevé para antes del próximo verano, aunque eso, finalmente, dependerá de la Junta.

"Cada uno de estos procesos da lugar a una nueva lista de interinos que se ordena según un baremo previamente negociado con los sindicatos", añade la Universidad. "La nueva lista que se generará en fechas próximas, resultante del último proceso selectivo concluido, durará unos pocos meses y apenas dará por tanto lugar a la incorporación de nuevo personal", apostilla el comunicado remitido desde el Rectorado.

"Al tratarse de procesos tan cercanos y de listas de tan corta duración, se ha considerado más justo no alterar las reglas de ordenación", justifica la UGR, que añade que "la defensa de los intereses de los opositores requiere de su previo conocimiento de los criterios de baremación, y su aplicación, no solo en el concurso-oposición, sino también a la lista de interinos. Para el próximo concurso-oposición, el propósito es negociar con los sindicatos un nuevo baremo y que los aspirantes puedan conocerlo previamente con certeza".

"Finalmente, conscientes de la importancia de un proceso de oposiciones y de su trascendencia social en un contexto como el actual, con un elevado nivel de desempleo y una elevada cualificación de los más de 3.000 aspirantes a las plazas convocadas, consideramos necesario hacer una precisión importante: los recientes concursos-oposiciones han estado absolutamente libres de irregularidades", se defiende de la UGR. "Es cierto que la complejidad de organizar un examen de esta magnitud dio lugar a errores, como lo es que éstos se resolvieron con transparencia y dentro de la legalidad", añade el comunicado para contestar a las críticas de las pruebas celebradas hace ahora un año. Los afectados indican que apenas aproó un 3%, que el segundo examen de Informática fue "cancelado por irregularidades y repetido".