Granada

El Opus Dei pide "perdón" por primera vez por los abusos sexuales de un cura que reside en Granada

  • Otros dos adultos han manifestado actuaciones canónicamente reprobables por parte del sacerdote sin  menores involucrados

El Opus Dei pide "perdón" por primera vez por los abusos sexuales de un cura que reside en Granada

El Opus Dei pide "perdón" por primera vez por los abusos sexuales de un cura que reside en Granada

La prelatura del Opus Dei en España pide "perdón" y lamenta "profundamente" el sufrimiento generado en las víctima tras la condena del Vaticano por abusos sexuales al sacerdote Manuel Cociña, un religioso que reside desde hace años en Granada. "Pedimos a Dios que brinde consuelo y curación a las personas afectadas, e invitamos a rezar por ellas y por el mencionado sacerdote", según el texto remitido.

Manuel Cociña y Abella, el primer cura numerario del Opus con sentencia firme por abusos reside desde hace años en el Centro de la Prelatura de Granada y  fue condenado a finales de junio a cinco años sin ejercer su ministerio en público, otros cinco años de atención espiritual únicamente en su centro y la prohibición de atender pastoralmente a menores de 30 años.

Según la nota remitida, la prelatura del Opus Dei recuerda que en agosto de 2018 larecibió una denuncia de abuso sexual contra Manuel Cociña, sacerdote de la Prelatura, ocurrido en Sevilla en el curso 2002-2003. El denunciante era mayor de edad en el momento de los hechos.

El vicario regional de la prelatura del Opus Dei en España ordenó en septiembre de 2018 una investigación preliminar y "se adoptaron como medidas cautelares restringir su actividad pastoral al ámbito del centro de la Prelatura en el que reside y solo con mayores de 30 años".

El expediente de la investigación se remitió a la Santa Sede (Congregación para la Doctrina de la Fe), en diciembre de 2018. El procedimiento penal administrativo ordenado por la Congregación concluyó, tras sopesar las pruebas que se presentaron, con una condena por solicitación y esta decisión es firme desde el 15 de julio, tras la conclusión del plazo para recurrir.

Entre las medidas impuestas está la prohibición durante 5 años de predicar y administrar sacramentos y sacramentales, salvo la misa en privado.

Cumplido el tiempo de la pena de prohibición del ejercicio del sacerdocio  su actividad pastoral quedará limitada, por un periodo de otros cinco años, al ámbito del centro de la Prelatura en el que tiene su domicilio. A lo largo de la investigación y del proceso, además del denunciante, otros dos adultos han manifestado actuaciones canónicamente reprobables por parte del sacerdote sin  menores involucrados.

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