lucha contra el Covid

Óscar Muñoz, un granadino confinado en Austria: "Es desmoralizante”

  • Graduado por la UGR, realiza estos meses un máster Erasmus en Krems an der Donau

  • "La percepción es que la gente está cansada, que es un precio desmesurado"

Óscar Muñoz.

Óscar Muñoz. / M. G.

“Al principio, cuando llegué, todo estaba abierto, no había preocupación, ni aforos”. Desde el otro lado del teléfono, Óscar Muñoz, granadino, cuenta cómo en estos meses, desde agosto, la situación epidemiológica se ha descontrolado de tal manera en Austria que desde hoy toda la población volverá a estar confinada durante veinte días. Muñoz prevé que sea un confinamiento algo más suave que el vivido en marzo de 2020, que pasó en Granada y que, precisamente, fue el motivo que obligó a retrasar su estancia en la Universidad de Krems an der Donau, a apenas una hora de Viena.

“En el círculo de estudiantes todo el mundo está vacunado”, relata sobre la situación de su entorno. La Universidad de Granada dio el listado a Salud antes de iniciar las movilidades este curso con el objetivo de que todos los que salieran tuvieran la pauta completa. “En este semestre se han endurecido las medidas”, explica. De poder emplear un test de antígenos para acceder a establecimientos y servicios, se ha pasado a descartar esta prueba como salvoconducto. “En muchos sitios ya no es válido”.

Sobre sus estudios de posgrado en Investigación e Innovación en Educación Superior, este graduado en Administración y Dirección de Empresas por la UGR relata que en un principio han sido presenciales, aunque algunas sesiones se han impartido de forma virtual. Ahora “se supone que las universidades y escuelas no se cierran”, pero ya han comunicado a los estudiantes que se proseguirá online mientras dure el confinamiento. Las sesiones finalizan a mediados de diciembre y Óscar confía en que las últimas clases puedan ser presenciales. Ese –y el económico, “si te puedes permitir los vuelos, ni tan mal, pero a nivel de un estudiante es algo que cuesta más”, reconoce– es uno de los motivos que han llevado a este granadino a decidir pasar el encierro en Austria, en lugar de volver a casa.

Sobre el estado de ánimo con el que se afronta este nuevo confinamiento, Muñoz indica que “es desmoralizante, es más de lo mismo”. “La percepción es que la gente está cansada, que no es necesario” tomar medidas de este calibre. “La gente está harta, tiene la sensación de haber pagado un precio desmesurado. Es como matar moscas a cañonazos”, reflexiona desde Austria, un país que ha intentado todo para inmunizar a su población: “Hay más facilidades que en España” para recibir las dosis. “Se nota que la gente tiene más cansancio que miedo”, reflexiona.

Sobre su participación en programas de movilidad pese a la situación de pandemia, Óscar apunta a que “miedo siempre se tiene, pero piensas ¿cómo lo van a hacer otra vez?”.

La Universidad de Granada ha recuperado este año los números prepandemia de universitarios fuera de España dentro de programas de movilidad, según indicó recientemente la vicerrectora de Internacionalización, Dorothy Kelly. Cada año son unos 3.000 los estudiantes que vienen a Granada a realizar estancias y otros 3.000 los que salen desde la UGR al extranjero.

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