El PP de Granada ha cogido una directriz clara tras el varapalo por la no concesión de la sede de la AESIA: cargar contra el alcalde, Paco Cuenca, y culparlo de la decisión del Gobierno. Si hace tres días ya lo hizo el grupo municipal popular en el Ayuntamiento, culpándolo de poca relevancia política en su partido, ahora lo ha hecho el presidente provincial del PP, Francis Rodríguez, que este sábado ha cuestionado el “paripé” que está montando. Y es que consideran que la reacción del alcalde de reclamar al Gobierno transparencia, de pedir reuniones con la ministra, de anunciar recurso y de llegar a decir que el Gobierno se había "metido en un lío", por lo que ha sido incluso llamado a filas por el PSOE para pedirle mesura en sus declaraciones, no es algo real porque el PP considera que Cuenca ya sabía la decisión.

El PP rompe así la unidad política que había en torno a esta candidatura y el propio Rodríguez ha asegurado que no descarta ninguna vía, incluida la judicial, si el Gobierno de Pedro Sánchez sigue ocultando a la opinión pública los criterios de adjudicación de la agencia.

“Estamos ante un numerito más del alcalde de Granada. Paco Cuenca es cómplice de Pedro Sánchez. Ha engañado a los granadinos. A estas alturas de la película, todos sabemos que ha sido una decisión política, compartida y conocida por todo el Partido Socialista empezando por el propio alcalde de la ciudad, el presidente de la Diputación, la subdelegada del Gobierno y el jefe de todos ellos, Pedro Sánchez”.

El dirigente popular ha lamentado que se hayan “burlado” una vez más de los vecinos de Granada en un proyecto que, ha recordado, contaba con el consenso de toda la sociedad y el apoyo sin fisuras de la Junta de Andalucía. “Paco Cuenca ha engañado doblemente a los granadinos. Nadie se cree a estas alturas que no estuviera al tanto de todo. No es de recibo que seis días después sigan ocultando a la opinión pública las valoraciones a sabiendas de que la de Granada era la mejor candidatura”. Es por ello por lo que ha cuestionado “el paripé del alcalde de Granada, que era conocedor de que la decisión para la adjudicación de la sede para la Inteligencia Artificial iba a ser política, lo que le hace cómplice de su jefe Pedro Sánchez”.