El portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Granada, Francisco Cuenca, ha vuelto a exigir al PP y "sus secuaces" que pidan perdón a los ciudadanos por trapichear con los cargos, dimitan y dejen gobernar al PSOE por haber sido la lista más votada. Cuenca, que fue alcalde y el candidato socialista en las últimas elecciones municipales, ha explicado a preguntas de los periodistas que su formación sigue en el escenario de esperar dimisiones para que Granada recupere la estabilidad con un gobierno del PSOE.

El socialista ha lamentado que la ciudad siga pendiente del culebrón generado por el PP y "sus secuaces" y ha criticado que esta capital andaluza dependa de un gobierno de coalición más interesado por el trapicheo y el reparto de sillones que por el futuro de Granada.

Cuenca ha considerado que el actual gobierno debe pedir perdón a los granadinos, dimitir y dejar paso al PSOE que fue la lista más votada en las últimas elecciones municipales. Ha recordado a demás que su partido ya ofreció estabilidad y demostró su capacidad para rescatar a la ciudad.

"En el futuro iremos viendo otros escenarios, no nos vamos a quedar callados ni de brazos cruzados ante la situación que esta viviendo Granada, pero ahora mismo lo único que hay es el bochorno y la vergüenza que tenemos que denunciar", ha insistido Cuenca, que ha apostado por la fórmula de las dimisiones antes de analizar la viabilidad de una posible moción de censura.

A la situación actual del Ayuntamiento de Granada también se ha referido este lunes el secretario de Organización del PSOE de Granada, Álex Casares, quien ha considerado que el escenario político en esta capital andaluza es cada día "más insostenible".

En sintonía con Cuenca, Casares ha considerado que PP y Cs deben dar un paso al lado para dejar el PSOE gobernar para solventar la gestión de un bipartito que a su entender ha brillado por su ausencia.

"Es evidente que lo que mal empieza, mal acaba", ha afirmado el socialista, que cree que se ha llegado a un desgaste "irreversible" y a un punto de difícil retorno para el trabajo conjunto de los socios de gobierno.