Pablo García, delegado de la Junta de Andalucía en Granada | Entrevista

"Ahora mismo no se descarta un cierre de Granada ni de los comercios"

  • El delegado de la Junta en Granada, Pablo García, admite que en los últimos días los contagios han pasado de centrarse en la gente joven a todas las edades

  • Reivindica la "deuda histórica" que existe de la Junta de Andalucía con la provincia

El delegado de la Junta de Andalucía en Granada, Pablo García.

El delegado de la Junta de Andalucía en Granada, Pablo García. / Antonio L. Juárez/Photographerssports

En su despacho de la tercera planta de La Normal no faltan las fotos y en todas hay caras conocidas. Con la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, con sus compañeros de la Delegación, con el presidente autonómico, Juanma Moreno, y con el presidente de su partido a nivel nacional, Pablo Casado, entre otros, que bien muestran ese carácter afable y dialogante que lo caracterizan como un hombre de consenso y que incluso lo llevó a pilotar lo que él llama la "transición" de su partido a nivel provincial hace unos meses. Amante de la historia y la lectura, como refleja durante la conversación mantenida con este diario y también se evidencia en sus redes sociales, el delegado de la Junta de Andalucía en Granada, Pablo García, recibió a Granada Hoy 24 horas antes de que el boom de contagios obligase a imponer nuevas medidas en la provincia. "El virus marca la agenda de todo", dijo durante la entrevista, circunstancia que, precisamente, obligó a que este diálogo se tornase en semipresencial al tener que actualizar hace tan solo unas horas algunas de las cuestiones tratadas.

–¿Cómo está siendo la gestión del coronavirus? Porque los últimos días no paran de cambiar las circunstancias...

–Estos días los datos han empeorado con mucha velocidad y eso ha hecho que tengamos que tomar una decisión drástica. El martes tomábamos una medida proporcional que afectaba a la suspensión de las clases presenciales en los centros docentes universitarios de Granada y el cierre de residencias y colegios mayores a partir de las 22:00h. Pero los datos que registraban los epidemiólogos durante el transcurso de la semana no eran para nada esperanzadores. La tasa de contagio por 100.000 habitantes crecía con el paso de los días hasta situarse en los 700 contagios del viernes. Desde la Delegación se vigilaban todos los datos diariamente, pero la situación era preocupante y por ello el viernes tuvimos que adoptar de manera urgente medidas. No podíamos dejar que creciera ni un minuto más la presión en los hospitales y que la situación se descontrolara por la ciudad y el Área Metropolitana.

–¿Por qué el martes se decidió cerrar solo las aulas de la UGR y no tomar más medidas?

–La decisión del martes afectaba al cese de las clases presenciales, no al cierre de la UGR sin más. Tenemos una Universidad preparada para poder afrontar este cese de la actividad presencial. Queríamos preservar que el virus que en esos días afectaba a los más jóvenes se adentrara dentro de la Universidad y los jóvenes fueran un foco de contagio. Los datos en vez de relajarse tras esta medida seguían subiendo, los contagios se seguían produciendo y ya la tasa de contagio se repartía por todas las franjas de edad. La toma de más medidas tres días después no fue algo sencillo, pero era necesario. Nuestra única prioridad es salvar vidas y evitar contagios masivos y descontrolados.

–¿Y por qué no cerrar Granada?

–Porque queremos tomar medidas proporcionadas, no queremos volver a frenar en seco la actividad de la ciudad. Los epidemiólogos y los técnicos de salud van marcando la toma de estas decisiones y, por supuesto, los datos diarios en continua evaluación irán marcando el ritmo de estas decisiones que irán de la mano del criterio epidemiológico. Estamos en una situación delicada, es necesaria la colaboración de los ciudadanos. Los granadinos ya han demostrado todo lo que podemos conseguir si lo hacemos unidos, ahora es el momento de demostrarlo de nuevo.

–Cataluña cierra la hostelería, en París los empresarios proponen cerrar todo antes de Navidad para salvar la campaña, ¿se contemplan medidas similares para Granada en noviembre?

Pablo García, durante un momento de la entrevista con Granada Hoy. Pablo García, durante un momento de la entrevista con Granada Hoy.

Pablo García, durante un momento de la entrevista con Granada Hoy. / Antonio L. Juárez/Photographerssports

–Ahora mismo no se descarta un cierre de la ciudad, ni de los comercios. El día a día de esta pandemia junto con el estudio de las tasas de contagios y los demás parámetros irán marcando el devenir de la provincia. Pero, eso sí, no nos va a temblar la mano si tenemos que tomar unas decisiones más restrictivas si eso ayuda a frenar la Covid-19 y a que no se pierdan más vidas. Actuaremos como hasta ahora: con anticipación y bajo criterios sanitarios.

–¿Preveían la llegada de este pico en este momento o más tarde?

–Se esperaba para más adelante. Septiembre ha marcado datos que no se esperaban para fechas tan tempranas y octubre está siendo igual. Es por ello que se trabaja desde la Consejería de Salud y las delegaciones territoriales en frenar esta segunda ola, realizando más PCR a las que se suman las pruebas de antígenos y los cribados masivos en municipios. Todo ello y el diario examen de los datos junto con la anticipación nos ayuda para tomar decisiones en pro de la ciudadanía y con el único fin que es el de salvar vidas.

–La Atención Primaria juega un papel fundamental y siempre acusan falta de personal. ¿Por qué nunca se satisfacen sus demandas?

–Veníamos de una situación heredada de 40 años bastante complicada. Nos hemos encontrado en Salud una falta de inversión en Sanidad muy importante. La administración socialista no se había gastado más allá del lío que montaron la fusión, donde se ha llegado a saber que más de 60 millones de euros se dedicaron a la desfusión hospitalaria. Nosotros no hemos parado en ningún momento en invertir en Sanidad y vamos a seguir haciéndolo. Antes la Atención Primaria atendía patologías como una gripe, un resfriado…, y ahora hay que sumarle el virus. Por eso, todos los recursos que se pongan son pocos, pero hemos contratado más enfermeros y médicos que nunca.

–Primer delegado de la Junta del “Gobierno del cambio” y al que le cae toda esta tormenta sanitaria, ¿cómo ha sido vivir todo ello?

–Es gran honor ser el primer delegado del Gobierno del cambio de PP y Cs y también una responsabilidad. El afrontar los retos cotidianos del día a día ha sido enriquecedor. Hemos ido solventando problemas y ayudando a calmar muchas situaciones, pero el reto mayor, sin duda, ha sido la gestión de la pandemia. Ha sido complicada y difícil, pero desde la Delegación hemos ejercido ese papel de coordinación entre Sanidad, Educación y las distintas áreas de la Junta que se han visto afectadas y han sido días duros y difíciles, de mucho trabajo en el que todos se estaban dejando la piel. Han sido una disparidad de sentimientos y responsabilidades, pero de orgullo de poder defender este Gobierno y de intentar darle solución a problemas que llevaban mucho tiempo enquistados.

–¿Tienen desde Granada margen de maniobra real para impulsar proyectos? Parece que todos tienen que ir de la mano de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo...

El delegado de la Junta en Granada, Pablo García. El delegado de la Junta en Granada, Pablo García.

El delegado de la Junta en Granada, Pablo García. / Antonio L. Juárez/Photographerssports

–Tenemos más que nunca una posición de privilegio en el Consejo de Gobierno con Marifrán Carazo. Es un lujo y un orgullo porque está haciendo un gran trabajo. Su obsesión, y que me respeten el resto de provincias, es Granada. Había una deuda histórica con Granada muy importante y Marifrán lo sabe. En eso hay que darle las gracias porque así la voz de Granada se está escuchando en el Consejo de Gobierno. Eso se ha reflejado en proyectos importantes como el Plan Alhambra, en el que nos vamos a gastar 23 millones en 38 proyectos para la recuperación patrimonial, con remanentes que provenían de la Alhambra, porque una de las grandes apuestas era “la Alhambra para Granada”. Hoy, todo el dinero que ingresa se queda en Granada, mientras que antes 4 o 5 millones de euros de los 34 que ingresaba aproximadamente antes del coronavirus, se iban para Sevilla. También se ha iniciado el plan Granada en Marcha, con más de 700 millones de euros para el periodo 2020-2023, creo que es la mayor apuesta inversora de la Junta de Andalucía. Ese compromiso con Granada es el que reclamábamos y que empezamos a tener. Tenemos un Puerto en Motril que cada vez mira más a Granada, Sierra Nevada, como atractivo para deportistas y del turismo que ya se sabe el motor económico que es, o el PTS, que también estamos poniendo en orden. Son los grandes motores. Hemos puesto recurso, dinero e ideas y lo seguiremos haciendo en lo que queda de legislatura.

–Y en ese tiempo, ¿dónde queda la ampliación del Metro? ¿Por dónde se llevará a cabo?

–Pese a ser el más joven de Andalucía hemos visto su éxito. Cuando era alcalde de Albolote fui uno de los grandes defensores, porque modificó totalmente ampliando el círculo de influencias. Hoy un piso en Albolote vale más que en otro sitio que no tenga Metro y eso dinamiza la economía. Apostamos por tres frentes, que son los estudios que hay encima de la mesa: la ampliación hacia Atarfe; por el Centro de la capital; y hacia Churriana, Alhendín y Las Gabias. Están ya en la última fase y próximamente la consejera anunciará cuál va a ser el trayecto que se va a poner en marcha. Tenemos que seguir apostando por esta actuación porque hemos visto cómo ha ayudado a la movilidad en el Área Metropolitana, que es un problema en Granada y se ve con los grandes atascos que se producen. Se necesita la puesta en marcha de la Segunda Circunvalación y ahí el compromiso del Gobierno nacional debe ser más efectivo de lo que lo está siendo. Necesitamos que entre en funcionamiento para poder descongestionar la única vía que tenemos para poder acceder a la ciudad. También está muy avanzado el estudio del cierre del anillo. Vamos a seguir apostando por esas inversiones que son claves para Granada.

–¿Tiene intención la Junta de Andalucía de financiar las Obras de Servicio Público que suponen los servicios ferroviarios regionales y de Cercanías para recuperar los trenes convencionales con Sevilla?

–Estamos apostando por las infraestructuras. Se está trabajando para que el Puerto de Motril pueda tener conexiones ferroviarias, se está trabajando en coordinación con el Gobierno de España para que se incluya en el Corredor Mediterráneo. Hay que recuperar la conexión ferroviaria con Sevilla y se está trabajando para que eso sea un hecho. Necesitamos que Granada sea pujante en las infraestructuras. Queremos ser seña de identidad como Granada ciudad de la Cultura 2031, como elemento fundamental para el turismo o de inversiones para el PTS, pero sin infraestructuras no somos nada. Hemos visto cómo la Costa se disparó cuando se acabó la A-7, que fue una apuesta del Gobierno del PP. Necesitamos apostar por ello y pedimos el compromiso a las demás instituciones.

–El Gobierno central se comprometió a reactivar la búsqueda de Lorca, ¿qué opina la Junta?

–Somos muy respetuosos con lo que está ocurriendo con Lorca y su figura y se ha visto cómo se ha apostado por el Centro Lorca, la llegada del Legado. Haremos lo que marquen nuestros técnicos, porque Lorca es una figura universal ligada a Granada. Hay que poner en valor todo su legado porque el nombre de Lorca va siempre pegado a Granada y es nuestro embajador universal.

–La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cargó hace poco contra Andalucía. Como delegado del Gobierno andaluz, ¿qué le parecen esas declaraciones?

–No lo interpreto como ataque a Andalucía o a Granada. Entiendo que la presidenta de Madrid pide ayuda al emprendimiento y al inicio de objetivo de autónomos comunes. Tenemos que tener un cambio de mentalidad y ayudar a la gente que cree que puede cambiar las cosas, a esas pequeñas empresas o pymes que empiezan con gente joven. Tiene que ser un objetivo prioritario desde la Junta: subvencionar no el buscar trabajo o empleo, sino el emprendimiento, ayudar a que la gente pueda desarrollar sus ideas.

–Si el último año está siendo una vorágine, a nivel de partido el asunto no se queda atrás. En febrero, recoge el testigo de presidente provincial del PP y siete meses después, el partido decide que de un paso a un lado. ¿Cómo ha vivido ese cambio?

Pablo Garcia, delegado de la Junta de Andalucía en Granada. Pablo Garcia, delegado de la Junta de Andalucía en Granada.

Pablo Garcia, delegado de la Junta de Andalucía en Granada. / Antonio L. Juárez/Photographerssports

–Recordaré 2020 por muchas cosas. Me pidió el partido pilotar una etapa de transición tras la salida del anterior presidente y lo he hecho en una fase con una pandemia de por medio. El partido decidió que había que dar una estabilidad de otra forma, con otro liderazgo y lo asumo con total normalidad. Llevo 30 años militando y he estado a disposición de él para todo. He estado desde pegando carteles hasta ahora poder dirigirlo y eso es un honor, es el sueño de cualquier político joven que se afilia como hice yo. Creo que los nuevos responsables van a hacer un gran papel porque tanto Francisco Rodríguez como Jorge Saavedra son dos personas que están muy bien preparadas y capacitadas. En estas semanas han hecho ya un gran trabajo. Creo que es una buena decisión y así la comparto. Además, yo tengo que centrarme en la Junta de Andalucía porque la gestión del Covid está siendo muy complicada.

–¿Se arrepiente de alguna decisión tomada?

–Las decisiones que se toman siempre están marcadas por muchas coyunturas. No me arrepiento de las decisiones que he tomado y me siento orgulloso del trabajo realizado. Aprendo de los errores. Humildemente creo que cuando uno toma decisiones siempre puede equivocarse, quien no las toma nunca lo hace. Es fácil opinar cuando se ven los toros desde la barrera y difícil cuando se sale a torear. Tengo muchos amigos dentro del partido, los sigo teniendo y voy a seguir defendiendo que el PP gestione todas las instituciones porque así siempre se mejora. Es fundamental que los políticos nos comprometamos por cambiar las cosas, para que la sociedad avance. Para que cuando nos vayamos, porque el paso por aquí siempre es efímero, podamos decir que cambiamos las cosas o intentamos luchar por hacerlo. Me dejo la piel allá donde estoy e intento cambiar las cosas donde puedo.

–Últimamente hay muchos cambios en la política y el ambiente que se vive parece como si de una campaña o precampaña electoral se tratase. ¿Cree que puede ser porque hay un descrédito de los políticos?

–Todo va en conjunción. Desde 2015, que se produjo el último periodo más estable que hemos tenido a nivel nacional, fíjese en todo lo que hemos vivido. Vamos a una velocidad de vértigo y eso se traslada a la sociedad. Hoy hay más sobresaturación de información que nunca. Antes los periodos venían establecidos, sobre todo para los políticos, por periodos de cuatro años. Ahora cada seis meses, o incluso menos, tenemos mucha conjunción de circunstancias a todos los niveles y eso se transmite al ciudadano. Los políticos no somos gente que ha venido de Marte y se ha sentado aquí. Somos gente normal. Somos el reflejo de la sociedad. Creo que a veces el político se enfrasca en discursos que creo que no es lo que los ciudadanos quiere, por eso intento tener siempre los pies en el suelo y ser lo más permeable posible a las demandas de los ciudadanos. Intento humanizar la administración. Creo que este trabajo merece la pena si se ayuda a la gente. Si transmitimos a la sociedad esa conciencia, mejoraremos hacia donde vamos. Creo que a nivel nacional la situación viene marcada porque no tenemos un Gobierno que esté respaldando la acción de los ciudadanos, porque genera mucha incertidumbre y polémicas estériles, como bombas de humo, que está dañando la credibilidad de nuestro país y eso nos afecta a todos.

–¿Cómo ve a Vox de cara a unas posibles elecciones? ¿Un aliado o posible rival?

–No lo veo como un partido que provoque ningún problema. Creo que todos los partidos democráticos tienen derecho a poder decidir y si los ciudadanos deciden que Vox esté en las instituciones, es lo mismo de legítimo que si lo está Podemos. No tengo ninguna consideración especial. Tengo mucha relación con Vox porque ahí hay mucha gente con la que tengo amistad, que antes ha pertenecido a mi partido, y es un partido democrático como el resto. No tengo problema en tratar con ellos, como tampoco lo tengo con Ciudadanos, PSOE o Podemos, en los que también tengo amigos. Creo que si las gente los vota hay que respetarlos porque la gente es la soberana.

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