Pandemia en Granada, segundo aniversario: más contagios pero menos muertes por coronavirus

Hace exactamente dos años, Granada había pasado de la nada a saber que ya tenía 13 casos de coronavirus confirmados. Hace exactamente dos años, la pandemia se materializó en la última provincia andaluza que aún estaba sin contagios confirmados. Y empezaba un calvario que ha cambiado la vida de todos y que aún no ha terminado, confirmando alguna de las teorías formuladas al principio de esta crisis: el Covid-19 ha venido para quedarse, pero se podrá convivir con él. El patógeno va camino de convertirse en estacional. Es cada vez es menos agresivo y letal gracias y las variantes, que van surgiendo más espaciadas en el tiempo que en el primer año de la pandemia, causan problemas menos graves, sobre todo gracias a la vacunación, que cumple su función de proteger frente a las derivadas más complicadas de la enfermedad.

Y esto se ha vivido en Granada durante el segundo año de pandemia, que se resume en más contagios que en el primer aniversario, menos hospitalizaciones y menos pacientes graves en UCI, aunque no tan pocos como cabría esperar, pero muchas menos muertes, dos tercios menos en concreto, y también muchas más recuperaciones, lo que confirma que la vacunación ha sido la clave para aguantar un año de mayor impacto en cifras de incidencia por infección. Se han pasado tres olas durante el segundo ejercicio pandémico, aunque como tale en Granada podría afirmarse que solo la última, la sexta, se pareció a las tres anteriores en cuanto a su comportamiento, incluso superándolo en contagios, pero no en muertes ni hospitalizaciones sobre todo con la segunda (otoño de 2020) y tercera (invierno de 2021). Las otras dos (Semana Santa 2021 y verano 2021) fueron más repuntes que oleadas, y hacia esa situación se dirige ahora Granada en el inicio de su tercer año oficial de pandemia de SARS-CoV-2.

Dos años de pandemia en Granada, en números

Los datos globales es que en dos años de pandemia, se han detectado 170.705 casos de coronavirus en la provincia, que no equivale a cuántas personas se han contagiado ya que hay dobles y hasta triples infecciones por Covid detectadas en Granada, lo que supone una media de 170,9 cada día desde aquel 12 de marzo de 2020 (como dato cronológico, ya que el posterior cribado de datos sitúa que el primer diagnosticado se corresponde al día 9, aunque no se hiciera oficial hasta varios días después). Se han requerido 11.083 ingresos hospitalarios por coronavirus, de los cuales 1.232 se tuvieron que derivar a las Unidades de Cuidados Intensivos, lo que da un promedio de 16,5 y 1,8 pacientes diarios durante estos dos años de crisis sanitaria.

El coronavirus se ha cobrado, asimismo, la vida de 2.096 granadinos durante este periodo, llevando el drama a 3,1 familias cada día desde el comienzo de la pandemia, lo que supone una letalidad del 1,22% frente al total de contagios; mientras que pudieron superar los efectos del patógeno un total de 165.119 granadinos, 246 cada día, lo que supone que el 96,7%% de los positivos detectados en este periodo de dos años que ahora se cierra. Además, en total, se han puesto 1.976.046 vacunas. Está inmunizado un 87,12% de la población total de la provincia, con un 57,14% de ellas con dosis de refuerzo.

Dos años de pandemia en Granada

El segundo año del coronavirus ha estado marcado por la variante Ómicron. La evolución esperada hasta antes de Ómicron era que para cumplirse el segundo año la cifra de contagios totales hubiera llegado hasta los 115.000, ya que por entonces el ritmo de contagios era de un millar en cuarenta días. Finalmente se ha rebasado esta barrera hasta los 170.000. Esto muestra buena parte del impacto de esta variante, que sin embargo no se ha resentido tanto en los demás parámetros de la pandemia, que se han mantenido por debajo de los registrados los meses de marzo de 2020 y 2021.

Así que mientras que en el primer año de pandemia se registraron oficialmente 69.972, en el segundo el impacto ha sido mayor, hasta alcanzar los 100.408 con datos recopilados hasta este pasado jueves, lo que suponen 30.436 más. El aumento no ha conllevado más muertes ni hospitalizaciones, gracias sobre todo a las vacunas y a que las mutaciones han debilitado al virus en su letalidad. Así, mientras en 2020 necesitaron ingresos 6.242 granadinos, en 2021 fueron 4.819; y de los que requirieron UCI el primer año 681 pacientes y 546 en el segundo. Donde más diferencia hay es en las muertes: 1.524 el primer año de pandemia por 566 en este último (un 62% menos). Es decir, que si el primer año la letalidad fue del 2,17% respecto a los contagios, en el segundo año fue del 0,56%.

De la misma forma se han notado en las medias diarias. El segundo año se cierra con 327,6 casos de coronavirus notificados al día, que en el 2020 fueron menos (192,2), pero en los demás registros sin han bajado. En las hospitalizaciones se ha pasado de 17,24 al día a 16, una diferencia pequeña pero más baja que la anterior, que además se ha mantenido casi igual en UCI (1,95 entradas diarias en 2020 y 2 en 2021). En las muertes, lo que importa, es donde la media de decesos juega a favor del segundo año de pandemia: morían 4,24 personas al día el primero por 2 en el último. Muchas, pero son la mitad menos.

Evolución y olas del Covid en Granada

Las vacunas han sido la gran clave para que el segundo año de pandemia de coronavirus en Granada ha diferido, y mucho, del primero a pesar de que el periodo 2020-21 fuera el más duro en hospitalizaciones, muertes, pero sobre todo en restricciones a la vida cotidiana, que hasta que no acabó el verano, no desaparecieron prácticamente de la vida de los granadinos. Ese fue el mejor momento de toda la pandemia en la provincia, cuando decayeron las últimas grandes medidas vigentes: el control horario y de aforos del ocio nocturno. Ya solo quedaba eliminar el uso de mascarillas obligatorio en interiores, que iba por ese camino hasta que estalló la variante Ómicron, y que ha marcado el final del segundo año pandémico.

De no haber sido por esta mutación del coronavirus, los datos hubieran sido mucho mejores que con los que se va a cerrar este periodo de pandemia. Porque la cosa iba muy bien hasta antes de diciembre. El año II del coronavirus en Granada se inició con las vacunaciones ya generalizadas entre los más mayores, las personas más vulnerables, y los colectivos profesionales más expuestos al patógeno como los sanitarios, los profesores o las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Hubo dos olas pequeñas, la cuarta y la quinta, una provocada por la relajación de las medidas tras la Semana Santa y que se vivió en abril, y donde Granada registró la incidencia más alta de Andalucía, y y otra donde la provincia fue la menos afectada y que discurrió entre julio y agosto de 2021, y que coincidió con una mayor apertura de la vida social de los jóvenes, que era en colectivo menos vacunado. Los treintañeros terminaron de vacunarse en el mes de julio y los veinteañeros durante agosto, por lo que no desarrollaron inmunidad hasta el otoño, a la vez que empezaban a darse las terceras dosis en las residencias de mayores. Todo este compendio llevó a la práctica erradicación de la pandemia en la provincia, con índices bajísimos de transmisión y hospitalización que animaron a las instituciones a cercenar las últimas medidas restrictivas.

Sexta ola y Ómicron

Pero entonces llegó de Sudáfrica la variante Ómicron, que llevó a una sexta ola que rompió todos los récords de contagios diarios de la pandemia en una Navidad que, sin embargo, no tuvo restricciones realmente significativas salvo alguna fiesta masiva, aunque sí cancelaciones de las típicas reuniones de amigos y empresas. Una sexta ola que se ha vencido con mucha normalidad en las calles. Pero tan dura fue esta sexta ola que entre diciembre 2021 y marzo de 2022 elevó el promedio de casos diarios hasta los 754,5 cuando en el periodo entre marzo y noviembre de 2021 era de 177. La media diaria de ingresos hospitalarios pasó de 13,2 a 22,8, y pasando de promediar 1,5 muertes al día durante nueve meses a 1,6 en poco más de tres meses y medio. De no haber sido por su alta transmisibilidad y por su capacidad evasora de las vacunas para los más vulnerables, la pandemia casi sería historia. A ver a partir de ahora.