Patrimonio bajo el mar
"Entre los objetos hallados en este lugar merece especial mención una pieza de armadura, un peto, en bronce, que reproduce un torso desnudo de acusada musculatura. Esta arma defensiva, al parecer, no fue nunca de uso regular en el ejército romano, quedando su uso reservado para los oficiales de alta graduación, y aun probablemente, no usada en campaña, sino en paradas y desfiles". Así reza la descripción -aportada como comunicación en el cuarto Congreso Internacional de Arqueología Subacuática, celebrado en Niza en 1970- de la coraza en el yacimiento de la Cueva del Jarro, uno de los puntos de mayor interés para la arqueología submarina andaluza. Se trata del objeto más destacado de los encontrados hasta ahora bajo el mar en el litoral granadino, que cuenta con dos puntos clave para los investigadores y que, desde hace casi diez años, están catalogados como zonas arqueológicas. Se trata de los yacimientos de Cerro Gordo y de Punta de la Mona-Cueva del Jarro, lugar en el que se halló la coraza arriba descrita y que debe su nombre a la cantidad de restos nafóricos que hay en la zona. Existe un tercer punto de interés, aunque se ha catalogado bajo otra figura de protección. El Cabo Sacratif es desde abril de 2009 zona de servidumbre arqueológica, junto con otros 41 espacios andaluces.
"La prospección sistemática" realizada entre los años 1985 y 1988 en el yacimiento de Punta de la Mona-Cueva del Jarro "constató la abundancia de fragmentos cerámicos significativos". En la descripción que aporta el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) en el decreto que fija las 56 zonas arqueológicas bajo el agua se detalla que en el "sitio conocido como la Cueva del Jarro" se han recuperado "abundantes restos anfóricos de diversa tipología y cronología", además de la ya reseñada pieza de bronce, hallazgo anterior.
En cuanto a Cerro Gordo, se constató la presencia de material arqueológico, "básicamente cerámico" en los trabajos desarrollados entre 1985 y 1988.
En el desarrollo del conocimiento sobre el patrimonio subacúatico, Juan López Arquillo, instructor de buceo científico y profesor universitario, destaca la figura de Fernando Nestares, pionero en proteger los hallazgos y en coordinar la entrega de piezas al Museo Arqueológico.
En el cabo Sacratif se propuso este punto como zona de servidumbre arqueológica por "la cantidad y contenido de noticias orales y documentales", se recoge en BOJA. "Documentalmente existe información del hallazgo de cinco bolas o proyectiles de hierro". "También se poseen noticias del naufragio de más de veinte galeras ocurrido en La Herradura en 1562". También se han recogido "testimonios orales de restos anfóricos en Calahonda, en plaza de las Azucenas (Motril), a poniente del río Guadalfeo, frente al peñón de Salobreña en la playa del Tesorillo en Almuñécar, la Veintiuna también en Almuñécar, La Higuera, Punta del Vapor (llamado así porque justamente allí se hundió un barco, indica López Arquillo), Punta de la Mona, La Herradura y Cala Isa". Se señala que, en concreto, "se han documentado cepos, anclas y balas metálicas en la playa de las Azucenas, frente al puerto de Motril, frente al peñón de Salobreña, Punta de la Mona, La Herradura y Cala Isa. En este punto en concreto hay constancia, según señala López Arquillo, de un naufragio fenicio.
La constancia de la existencia de restos parte de la documentación de hallazgos, testimonios y también de una tercera vía. En 2010, agentes del Seprona de la Guardia Civil denunciaron al propietario de un restaurante en Motril. Se encontraron diez ánforas que exponía en el local, como parte de la decoración, y que posiblemente procedían del expolio de un pecio hundido en el litoral granadino.
La creación de zonas y servidumbres arqueológicas -que comenzó a tomar forma en 2008- incidió en la necesidad de proteger el patrimonio histórico subacuático de una región -y de una provincia- que han tenido en el mar una vía de comunicación capital durante siglos. El texto que desglosa la necesidad de esas dos figuras en Andalucía -redactado por la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de Andalucía hace diez años- reconoce que "la situación se caracteriza por el intenso expolio y destrucción de los yacimientos arqueológicos sumergidos" -para proveer al mercado de antigüedades de ánforas como las localizadas hace unos años en el restaurante de Motril-, aunque apunta que "en Andalucía se han dado pasos de gigante" tanto en la investigación como en la tutela y conservación de estos bienes.
En el caso de Granada, el material encontrado hasta la fecha es fundamentalmente cerámico, con el extraordinario hallazgo de la coraza. Según el artículo presentado en el congreso de Niza, en el litoral granadino "los naufragios antiguos no se han conservado bien" por varias causas, entre las que se citan los fondos arenosos y fuertes corrientes submarinas.
Los restos subacuáticos se vinculan con la actividad que se hacía en las localidades de la línea de Costa. Así, en Calahonda se halló un alfar romano, mientras que buceadores han dado con más restos cerámicos en el mar. La antigua Sexi era conocida por sus salazones -quedan los restos de El Majuelo-. En la Cueva del Jarro se han localizado ánforas, púnicas y romanas, además de la coraza. Se sabe que había mercancías como joyas, vidrios o frascos de perfumen. Los hallazgos "confirman este tipo de mercancías" en Almuñécar, Málaga o incluso Huelva.
La catalogación de estos puntos de interés histórico parte de la necesidad de proteger ese patrimonio. No fue hasta los 50 y 60 cuando se sentaron las bases de la arqueología submarina moderna, se indica en la documentación al respecto de la Dirección General de Bienes Culturales. En los 80 se puso en marcha un Plan Nacional de Documentación del Litoral Español, lo que permitió poner en marcha las cartas arqueológicas de varias provincias andaluzas con litoral, entre ellas Granada. El traspaso de competencias hizo que en el 95 se pusiera en marcha la informatización de los yacimientos andaluces. En el 97 se crea el Centro de Arqueología Subacuática de Andalucía (CAS). A nivel normativo, en 2008 se incoa el procedimiento para la inscripción como Bien de Interés Cultural (BIC) con la tipología de zona arqueológica 55 yacimientos, entre los que están los dos granadinos, Cerro Gordo y Punta de la Mona-Cueva del Jarro. Ese mismo año se inician los trámites para declarar zonas de servidumbre arqueológica de otros 43 espacios, con la inclusión de otro punto del litoral granadino, cabo Sacratif.
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