El presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez participará este sábado a un mitin político en Granada, continuando así la ronda de actos de partido que inició tras el parón veraniego, con la vista puesta en una posible investidura

Sánchez celebra este acto en Granada aprovechando que jueves y viernes anterior estará en la ciudad para la reunión de la Comunidad Política Europea y la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. Allí ejerce de anfitrión, ya que España ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.

De este modo estará por segundo fin de semana consecutivo en Andalucía, ya que el sábado pasado realizó otro acto en La Rinconada (Sevilla) con 3.000 simpatizantes socialistas en el que mostró su disposición para lograr una investidura "real", según indicó, después del intento fallido del candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Por tanto, el acto de Granada puede ser el primero en el que Sánchez se presente ante sus militantes ya designado candidato a la Presidencia del Gobierno, ya que este martes acudirá a La Zarzuela a reunirse con el Rey, y este previsiblemente le hará el encargo.

El domingo anterior Sánchez estuvo en la fiesta de la rosa de Gavà (Barcelona) a la que asistieron 15.000 personas y que coincidió con el acto convocado por el PP en Madrid para protestar contra una posible amnistía a los implicados en el procès. Aquel día, Sánchez acusó a Feijóo de alentar el transfuguismo entre las filas socialistas y se mostró convencido de que finalmente habrá un ejecutivo socialista.

Una semana antes, el líder socialista estuvo en otro acto con militantes en Oroso (A Coruña) y previamente, el sábado 2 de septiembre abrió el curso político en otro mítin del PSOE en Málaga. Por tanto, Sánchez ha mantenido una intensa agenda de partido, con el telón de fondo de la investidura y de negociación con los independentistas catalanes, que exigen una amnistía y un referéndum de audodeterminación para dar su apoyo.

Con estos actos Sánchez ha tratado de mostrar que tiene el apoyo del PSOE, de las bases y de la actual dirigencia, ante el incremento de las críticas por parte de varios socialistas históricos, con el expresidente del Gobierno Felipe González y el exvicepresidente Alfonso Guerra a la cabeza.

Ellos dos, así como varios exministos y antiguos líderes territoriales se han mostrado de forma contundente en contra de la amnistía y el referéndum y también criticaron la reciente expulsión del exsecretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, uno de los más críticos con las decisiones de la actual dirección del PSOE.