Crisis del coronavirus

La Policía Nacional, 'mensajeros' de la educación en Granada

  • El colegio Elena Martín Vivaldi está mandando libros a las familias que los dejaron en clase para que los niños puedan seguir su formación

  • Ya hay más colegios interesados, por lo que piden a Ayuntamiento y Junta que habilite una red de entrega

El viernes 13 de marzo fue el último día de clase presencial. Fueron días de nerviosismo y preparativos pensando que la situación sería para 15 días, por lo que en los colegios y centros educativos se preparó todo para que los niños se llevaran libros, libretas y todo el material necesario para seguir las clases en casa, a través de plataformas virtuales y conectados online o vía teléfono con sus profesores. 

Pero el confinamiento se alarga -aún no hay fecha para la vuelta- y los centros educativos han visto que hay alumnos que no están siguiendo las clases por falta de material o por la brecha digital, lo que afecta a su seguimiento. 

Eso detectaron en el colegio Elena Martín Vivaldi de Granada. "El último día lo preparamos todo, pero hay niños que no vinieron, a otros que se les olvidó llevárselo todo y dimos facilidades a las familias para que pudieran venir pero algunas no pudieron por motivos laborales o personales", explica la directora, Esther Ariza.

En estos 20 días, estaban echando de menos que todos tuvieran sus libros para poder seguir las materias. Los profesores tienen más fácil ir avanzando por temas y páginas por lo que hasta ahora se iban ayudando entre padres y maestros a través de fotos de móvil, pero no es la mejor forma. "La excusa de muchos niños estaba siendo que no tenían el libro, por lo que comenzamos a pensar cómo podíamos solucionarlo", explica la directora.

Paquetes de libros preparados Paquetes de libros preparados

Paquetes de libros preparados / CEIP Elena Martín Vivaldi

Y entonces se activó la 'red de solidaridad' del colegio. Aprovechando las profesiones de padres y amigos se le ocurrió a la directora tres opciones para hacerles llegar a los niños los libros: ir citando a padres, lo que se descartó para no romper las normas de confinamiento; que la directora recibiera una dispensa para salir y entregarlos o que tuvieran ayuda externa de Policía, Bomberos, Protección Civil o alguna institución.

"A través de un policía nacional mandamos un correo a la dirección de la Policía solicitando su ayuda para que les acercaran a las casas los libros a los niños. No eran muchos, unos 30 de 500 alumnos que tenemos. Nos dijeron que teníamos que pedir permiso a la Subdelegación del Gobierno y les escribí y la sorpresa fue que al día siguiente me llamaron para decirme que ya estaban preparados para recoger los paquetes", relata Ariza, que agradece la disposición de la Subdelegación del Gobierno y de la Policía Nacional así como su premura.

Momento de la recogida Momento de la recogida

Momento de la recogida / CEIP Elena Martín Vivaldi

Entonces, sin tiempo que perder se pusieron a contactar por los grupos de whatsapp con profesores y padres, que fueron haciendo una lista de lo que necesitaban recibir del colegio. "Me fui al colegio con otros compañeros y preparamos todos los paquetes clase por clase y apuntando la dirección de cada alumno en su bolsa", relata la directora. 

Ayer miércoles se comenzó la entrega y hoy se termina, por lo que agradece a la Policía Nacional el trabajo y a toda la red de ayuda que se creó desde el principio en el colegio. "Esto ha sido una cadena", dice la directora.

Una vez preparados los paquetes, los policías los han recogido en el colegio y llevado personalmente a los domicilio. 

Y la idea se ha extendido. En la red de directores de centros y entre los colegios también de la zona han conocido la iniciativa y quieren copiarla, por lo que Ariza lanza un reto al Ayuntamiento de Granada y a la Junta de Andalucía: "La Policía no puede dedicarse a eso para todos los colegios porque no es su labor ahora, por lo que pido a Ayuntamiento y Junta que activen los mecanismos a través de Protección Civil o alguien autorizado con acceso a la movilidad para que se pueda extender esta medida".

Y si se extiende mucho más el confinamiento, Ariza ya tiene pensado otro reto: una biblioteca ambulante buscando la forma de hacer llegar a los niños libros de la biblioteca para que lean en este tiempo de confinamiento y se aproveche para actividades culturales en casa.

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