Granada está de cruces. Oficialmente, a las 12 de la mañana de este 2 de mayo se ha dado el pistoletazo de salida a dos días de fiesta en los que la ciudad va a celebrar una de las tradiciones más genuinas de la capital: el Día de la Cruz. Los claveles, la música, los trajes de flamenca y las flores inundan durante dos días las calles y plazas de la ciudad en todos sus barrios. Dos días de fiesta en los que por primera vez en más de una década se recupera el esplendor de la misma en una apuesta del Ayuntamiento por las tradiciones y por ampliar una fiesta que en 2007 fue limitada por la 'ley seca' que pretendía poner fin al descontrol al que se había llegado. Ahora, se abre de nuevo la mano y con un 3 de mayo festivo local, toca el turno de volver a disfrutar y de impulsar esta fiesta. 

La cantaora flamenca Esther Crisol ha sido la encargada de pronunciar el pregón del Día de la Cruz en el patio del Ayuntamiento, un pregón en el que ha recorrido a modo de viaje por esta tradición. Precisamente en lo que es una tradición y en la necesidad de conservarlas, así como de las costumbres con las que se forja la cultura local, se ha basado la pregonera, que asegura que los recuerdos y las costumbres hay que legarlos a generaciones futuras.

La pregonera ha hablado de sus primeros recuerdos del Día de la Cruz, en su colegio en el Barrio Fígares, en Marqués de Mondéjar y la ilusión que le hacía ponerse el traje de flamenca y disfrutar de la cruz en el colegio. Años más tarde lo seguía haciendo en el colegio Genil, donde recuerda hacer las flores de papel de seda para la cruz y de cuando recuerda la ruta que hacía desde el colegio hasta la Plaza del Ayuntamiento, BibRambla, Romanilla, Rosaleda o el barrio de la Cruz. 

Un recorrido por los oficios granadinos

Eshter Crisol ha animado a los granadinos a bailar y disfrutar "con el orgullo de pertenecer a una tierra única" y ha pedido también a las instituciones el fomento de las tradiciones: "A ver si somos capaces entre todos de cuidarla y no estropearla", para lo que ha pedido también el esfuerzo personal de los granadinos "de aportar algo para que se mantenga". "Los recuerdos de esos días en torno a una tradición nos definen en una sociedad carente de identidad, manirrota de sabiduría y carente de sensibilidad a nuestras raíces", ha dicho.

La pregonera ha recordado que aunque muchos hoy no lo sepan o valoren, esta tradición hunde sus raíces en lo religioso y ha dicho que la cruz se convierte en "un escaparate de historia". Los platos para la cruz del cole o la plaza eran de cerámica del Albaicín con toda la historia que tiene, los platos de cuerda seca con siglos de historia detrás, la loza dorada o el cobre, elementos también que sirven para recordar oficios ya casi desaparecidos como la orfebrería, el cincelado, la taracea, el esparto, los bordados de encaje o los bordados de mantones. 

Además, ha instado a los mayores a explicar a los niños el "por qué se monta este tinglao". "Hay que mantener el respeto a la tradición gracias a las vivencias: cómo se monta una cruz con la ayuda de todo el mundo, explicar la leyenda de cada objeto, la excusa perfecta para contar algo y enseñar", ha explicado. 

El alcalde de Granada, Paco Cuenca ha hecho una primera valoración del pregón recordando también sus primeras vivencias en esta fiesta con su padre recorriendo la Chana con un coche con megáfonos con los que se pedía a los vecinos que llevaran mantones, macetas o cobre a Santa Micaela. El alcalde ha apostado por seguir haciendo grande esta tradición para sentirnos orgullosos de esa identidad y de nuestras fiestas, por lo que ha agradecido a todos los participantes en esta fiesta que han decidido montar su cruz, este año medio centenar.

En el acto se han entrego también los premios a las cruces ganadoras.

Al final se ha cerrado con el cante de la pregonera Esther Crisol acompañada por el guitarrista José Manuel Cano y por Vicente Marcos.