La renovación ha sido un éxito. Vecinos y estudiantes podían pasear desde esta mañana por la nueva calle Rector López Argüeta tras su transformación de una vía con coches, aceras estrechas y mucho aparcamiento, a una calle con aceras anchas, bancos, nuevas luminarias y sin aparcamientos. Y eso que está sin terminar del todo porque los 35 árboles que tendrá la calle (como novedad ya que antes no tenía) se plantarán en enero, en época de plantación para que agarren. 

Esta 'puerta' de entrada al Centro es el ejemplo del nuevo modelo de calles por el que opta Granada: vías más peatonales, más amables para caminar y con menos coches. De hecho, la alcaldesa de Granada, en su visita este miércoles a la inauguración de las obras, ha dicho a los vecinos que era una extensión del Centro, que parecía una "mini calle Arabial", y ha mostrado su satisfacción por el resultado, poniéndola como ejemplo de la intervención que hay que realizar en las vías de la ciudad. 

La calle está abierta al tráfico desde este miércoles aunque hasta el miércoles de la semana que viene no se podrá girar a la derecha hacia Gran Capitán porque hay que recolocar todas las señales. Hasta esa fecha la calle Gran Capitán seguirá siendo de subida, volviendo a su sentido anterior a las obras a partir del miércoles 22, según las previsiones de Movilidad. 

La alcaldesa, junto a un nutrido grupo de concejales, ha recorrido toda la calle y pedido su opinión a vecinos, comerciantes y estudiantes, dado que en la calle están dos facultades: Políticas y Trabajo Social. Además, está la residencia universitaria Isabel la Católica, el monasterio de San Jerónimo y el hospital de San Juan de Dios. Y entre todos ha tenido mucha aceptación. 

Como detalle, se ha incluido en la imagen final dos tramos de vías del tren encontrados en la obra, por lo que se ha colocado dos placas: un mapa con el recorrido histórico del tranvía y otra con su explicación histórica. También se ha incluido iluminación artística a la puerta del monasterio de San Jerónimo.

El tramo en concreto corresponde a la Red Urbana de Tranvías Eléctricos de Granada construida entre 1904 y 1915 y que conectaba la ciudad de una manera sostenible gracias a la central eléctrica ubicada en el río Monachil. En concreto este tramo de vía, que fue descubierto durante las obras de remodelación de López Argüeta, conectaba las azucareras de San Cecilio y Santa Juliana para el transporte de mercancías.

La obra, que ha contado con una inversión de 480.733 euros, ha generado una calzada más estrecha con rodamientos asfálticos para reducir también la emisión de ruidos. Durante la visita, la alcaldesa ha resaltado el interés de esta calle como uno de los ejes mas importantes de acceso al centro histórico de la ciudad desde las inmediaciones del Campus Fuentenueva y la calle Severo Ochoa, y como elemento de conexión con en el mundo Universitario. En este sentido, la primera edil ha destacado “el esfuerzo del Ayuntamiento por incorporar esta céntrica vía granadina al proyecto de protección y desarrollo del patrimonio cultural del área urbana de la ciudad”.

En cuanto a los árboles futuros, se plantarán 35 ejemplares de soforas y calistemos, especies de porte adecuada que se irán podando para que no resten iluminación a viviendas y facultades. Son las mismas que están en Camino de Ronda y se busca hacer también un 'toldo verde' cuando estén más grandes. Ambas especies arbóreas han sido elegidas por su adaptación al entorno y contribución al embellecimiento de la zona. 

Ahora, la calle ofrece una imagen "confortable y amable para el ciudadano, en tanto que ha pasado a contar con aceras más amplias, plataforma única, árboles y bancos", ha celebrado Carazo. Así, el proyecto ejecutado no se limita a la mejora estética y funcional, sino que ha abordado de manera decisiva la reducción del impacto acústico, con la limitación de la velocidad para el tráfico e incluyendo rodadas de aglomerado para minimizar el ruido de los vehículos. Esta medida no solo tiene como objetivo la disminución del ruido, sino que también contribuye a la seguridad de los transeúntes, promoviendo un entorno más seguro y habitable.

La calle se ha proyectado como una plataforma única, con zonas reservadas para carga y descarga de vehículos de personas de movilidad reducida y aceras más amplias, mientras que en el resto de la vía, la calzada dedicada al tráfico mantiene las dimensiones actuales de tres metros; si bien las aceras variarán sus dimensiones siendo siempre mayor a esta anchura. Además, se han instalado las canalizaciones subterráneas necesarias para facilitar el soterramiento del cableado de las viviendas, se ha renovado del alumbrado público, dotando a la calle de mobiliario urbano con bancos estilo citizen y ubicando una zona de aparcamiento de bicicletas.

Las obras las anunció el anterior gobierno del PSOE en marzo dentro de los proyectos Edusi con un 80% de fondos Feder. Comenzaron en verano y han acabado en plazo después de que hubiera que integrar la intervención de Emasagra para renovar las canalizaciones y hubiera que ver también la incursión de los restos de las vías en el proyecto.