La farmacéutica Rovi sigue ampliando su fábrica de la Ciudad Industrial Tecnológica y Área de Innovación (Citai), en Escúzar, que concluyó el pasado octubre y que se destina principalmente a la fábrica de heparinas, un fármaco muy extendido en la práctica médica y post-operatoria como anticoagulante habitual. Con esta adquisición, de 20.000 metros cuadrados, la empresa dispone de 50.000 metros cuadrados a su disposición en el antiguo Parque Metropolitano, Industrial y Tecnológico de Granada, lo que, de paso, le permite duplicar su producción. 

La heparina es uno de los medicamentos calificados como estratégicos para el sistema sanitario español por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y que en la actualidad la compañía ya produce y comercializa en cerca de un centenar de países. 

Rovi comenzó su proyecto de Escúzar en 2009, cuando anunció una inversión de 24 millones de euros en tres años para la construcción de una nueva planta de fabricación de principio activo de heparinas, con lo que buscaba convertirse, a través de sus dos productos de referencia (bemiparina y el biosimilar de enoxaparina), "en uno de los principales jugadores europeos de este mercado, que tiene una dimensión de aproximadamente 1.500 millones de euros a nivel mundial", según el consejero delegado de la corporación, Juan López-Belmonte,

Ya el pasado octubre, Rovi tenía lista su nueva fábrica, tras una inversión de 33 millones de euros para unas obras que se prolongaron durante casi dos años y que permitirían, como anunciaron sus responsables durante al presentación del edificio, la generación de 250 puestos de trabajo en la zona (en los que se incluía tanto la construcción de la obra como los propios empleados de la compañía). 

En aquella ocasión, además de los representantes de la farmacéutica, estuvo presente Juanma Moreno, que respaldaba así una decisión de la Junta, durante mandato socialista, de declarar el proyecto de ampliación de Rovi como de interés estratégico para Andalucía, debido al papel clave que tuvo durante la pandemia para la fabricación de vacunas y el papel clave que en ello jugó, precisamente, la heparina.