El Ayuntamiento de Granada organizará el próximo martes 18 de diciembre un simulacro de terremoto en el que participarán más de 400 personas, ha anunciado la concejala de Seguridad Ciudadana, Raquel Ruz. Será la primera vez que se realice un ensayo de esta magnitud en la ciudad.

La prueba comenzará  a las 10:00 horas y se llevará a cabo en dos localizaciones, la Ciudad de los Niños, situada en la barriada de Bobadilla, y en las instalaciones de la antigua Cetarsa, en la carretera de Atarfe. El simulacro se hará sobre la hipótesis de un terremoto de 5,5 grados e intensidad 7 en la escala de daños, con personas atrapadas, desaparecidas, heridos de diferente índole, y destrozos en edificios.

En ella participarán más de 400 personas, incluyendo 31 técnicos en edificios, 22 Policías Locales, 20 bomberos, 12 miembros de Protección Civil, 14 administrativos delineantes, 10 miembros de Cruz Roja y demás personal tanto de seguridad como voluntarios formados para este simulacro. El Centro de Coordinación estará situado en el Parque Norte de Bomberos.

La intención de este simulacro es testar los protocolos de seguridad y la coordinación entre los puestos de mando. “Esta actuación proviene del plan municipal ante riesgos sísmicos aprobado en 2016”, ha explicado Ruz, que ha revelado que llevan “dos años intentando ponerlo en marcha, formado al personal del Ayuntamiento y a los operativos ante un gran sismo”.

La intención de este simulacro es testar los protocolos de seguridad y la coordinación entre los puestos de mando

Sergio Iglesias, asesor técnico del cuerpo de Bomberos de Granada, ha explicado que se trata de un simulacro de nivel 1, en el que se pondrían en marcha sólo los efectivos locales y que estaría presidido por el alcalde de Granada. Dentro de este nivel, el Ayuntamiento podría movilizar también otros medios no dependientes de sus competencias.

En este nivel entran medidas como la evacuación de un colegio, habilitar albergues para personas que queden sin hogar, y montar una red de comunicación alternativa en el caso de que los sistemas fallaran por saturación o por destrozos.

Este primer ensayo dará lugar a otros de mayor nivel que se harían en adelante, testando los niveles 2, donde los mandos locales se incorporarían a otro mando con dependencia de la Junta de Andalucía –en el caso de que el terremoto afectara a más poblaciones-; y el tercer nivel, de macrosismo, que afectaría a más comunidades autónomas y que se coordinaría directamente por el presidente del Gobierno, según ha detallado Iglesias.