La Toma de Granada, que este año será polar con el tiempo que hiela estos días la ciudad de la Alhambra también será la más íntima que se recuerda. Ni "¡Granada, qué!" desde el balcón del Ayuntamiento ni banderas enfrentadas en la Plaza del Carmen ni gentío viendo el desfile. La idea es que sea una celebración austera y que se eviten aglomeraciones como ya es normal en todo este año 2020 del Covid. El propio Ayuntamiento de Granada ha informado de que el 2 de enero de 2021 será diferente con una fiesta de la Toma que se realizará únicamente en el interior de la Capilla Real y la Catedral, con el aforo limitado al máximo. De hecho, hasta se han restringido el número de cámaras y fotógrafos que pueden estar dentro durante la tremolación del estandarte.

Queda suprimida por tanto la tradicional tremolación del estandarte real desde el balcón de la Plaza del Carmen, donde cada año se reúnen miles de personas para polemizar gritando vivas o abucheando el ceremonial, un clásico posmoderno. Así, de acuerdo a la secuencia de los actos y debido a la pandemia, el acto conmemorativo de La Toma se desarrollará con limitaciones en los aforos de Capilla Real y Catedral, con restricciones en los invitados a dicho acto, y no habrá participación de ninguna unidad militar ni integrantes de la comitiva institucional.

Todos los actos se desarrollarán de este modo en el interior de los referidos espacios y arrancarán con el traslado del estandarte real por parte de personal de protocolo hasta la Capilla Real, donde yacen los restos de los Reyes Católicos.

A partir de las 11:40 horas, el alcalde, junto a la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López, y un teniente general, se dirigirá hasta la Capilla Real, donde están convocados el presidente de la Comisión de Honores, los portavoces de los grupos municipales y la concejal encargada de tremolar el estandarte real, escoltada por cuatro policías de gala. Ya en el interior se formará la comitiva de las autoridades asistentes, que recogerá la espada original del Rey Fernando, portada este año por la subdelegada, y la corona, por el capellán real.

Posteriormente, se dirigirá hasta la Catedral, en cuyo altar se situarán la escapa, la corona y el estandarte real, y al mediodía dará comienzo una misa. Una vez finalizada la eucaristía, la comitiva se trasladará a la Capilla Real para la tremolación del estandarte real, que irá acompañada de la interpretación por parte de la banda municipal de música del himno de España, y la ofrenda –consistente en una corona de laurel y un ramo de flores– a los sepulcros reales.