Daniel Suárez tiene 22 años, estudia en la Universidad de Granada (UGR) y es presidente de la Tuna de Medicina, una entidad con solera y que, defiende el estudiante, "cuando la descubres te encanta". Llegó a la Tuna sin saber muy bien dónde se metía y hoy reconoce que no concibe su vida sin este aliciente. Y eso que cuando dio la noticia en casa tuvo que sentar a su padre. Para vencer las últimas reticencias recurrió a una ronda en la casa de su abuela.

Es un caso personal pero que puede servir para explicar el papel de la Tuna de Medicina en la vida universitaria. Suárez es consciente de la mala fama de este tipo de agrupaciones y defiende que ellos, por lo que les toca, "intentamos hacerlo bien".

La Tuna de Medicina de Granada es una de las más longevas del panorama nacional. Con un trabajo casi arqueológico han encontrado un registro gráfico que data de 1901 y en 1890 ya se mencionó a esta agrupación en prensa. "Si nos ponemos puristas, se denominaba la Estudiantina".

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Después de un siglo XX en el que la tuna tuvo algunos altibajos, la agrupación se mantiene. Está abierta a estudiantes de cualquier disciplina, no sólo de Medicina, y entre sus miembros hay incluso aportaciones internacionales. "Un sueco, que estuvo de Erasmus y ahora es uno más".

Les motiva mantener la tradición, aunque reconocen la necesidad de evolucionar para evitar el estancamiento. "Vamos por todo el mundo y nos lo pasamos muy bien". En lo que va de curso ya han visitado cuatro destinos internacionales y en pocas semanas harán el quinto. Visitarán Italia.

Una de las cosas que Suárez destaca de la Tuna es el papel de sus "viejos", antiguos tunos que mantienen los vínculos con la agrupación y que, cada vez que tienen la oportunidad, salen con los nuevos. ·"Nos llena de orgullo", asegura el presidente del colectivo. Ver a los veteranos que todavía mantienen el espíritu de la Tuna "te cala", añade el estudiante, que señala que entre los miembros, los de antes y los de ahora, se crea un "engranaje, una hermandad tan bonita y tan grande".

Sabe que la tuna "no ha tenido la mejor de las famas", pero la defienden "a muerte". Aseguran que "con estos aprendes música, conoces un montón de gente, lugares del mundo". Participan en certámenes y competiciones y tienen a gala la colaboración con la Tuna femenina. "Estamos superorgullosos de ellas".

"Todos los tunos compartimos la misma pasión por interpretar música, viajar y reunirnos con gente querida", enumera Suárez, que recuerda que aparte de estas actividades ellos estudian.

"No me imagino mi vida sin la Tuna", declama este estudiante, que defiende que las amistades que ha cuajado gracias a su actividad musical son un tesoro que piensa mantener por muchos años que pasen.

Para ser miembro de la Tuna no es necesario ser estudiante de Medicina ni es necesario tener conocimientos de música. Cuentan con redes sociales (@tunamedicinagranada) y un correo electrónico (tunamedicinagranada@hotmail.com). Ensayan semanalmente, casi siempre los miércoles aunque este día de práctica puede variar. "Queremos que nos conozcan. Yo no los conocía. Un día fui al Campo del Príncipe... y hasta hoy".