Las declaraciones primero del consejero de Salud, Jesús Aguirre, y después del consejero de Presidencia, Elías Bendodo, colocaron en la picota a las residencias universitarias y colegios mayores vinculados a la Universidad de Granada. Se afirmó que parte de los contagios que perfilaron la extrema situación epidemiológica que vive la provincia estaban relacionados con el comportamiento de los colegiales.

En el Parlamento andaluz, el pasado 7 de octubre, el titular de Salud afirmó que el aumento de casos en Granada “puede ser achacable a las residencias de estudiantes y colegios mayores”. Una semana después, en Huelva, Bendodo aseguró que “desde el equipo de seguimiento del Covid de la Junta hemos localizado, y se han focalizado los contagios en las residencias y en los colegios mayores” de Granada. El consejero insistió en que el virus “está en las residencias y en los colegios mayores “, ya que se habían detectado más de 150 casos en siete centros de ese tipo.

Aquellas declaraciones fueron el condimento de las medidas que desde el 14 de octubre se aplican en los colegios mayores. Una de ellas fue el toque de queda a las diez. También se les instó a elaborar protocolos de prevención (una cuestión que los colegios mayores, alegan, ya habían desarrollado el pasado curso) y se anunció que se realizarían cribados en aquellos centros en los que se hubiera detectado un caso de Covid-19. Casi un mes después de aquellas declaraciones y de la puesta en marcha de las medidas, el toque de queda se ha asimilado a la limitación de horario para la población general (las once de la noche) y las pruebas para detectar casos se han hecho en tres de los doce colegios mayores vinculados con la Universidad de Granada, el Jesús-María, el Montaigne y el Cardenal Cisneros, según el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España. En total, unas 500 pruebas de antígenos a las que se han sometido estudiantes y personal.

María Rodríguez, directora del Colegio Mayor Jesús-María, indicó que de las aproximadamente 200 pruebas de antígenos realizadas por Salud el pasado 20 de octubre se localizaron tres positivos, uno de ellos de una de las religiosas. “Creo que esto demuestra que el protocolo funciona”, señaló Rodríguez, que destacó el ambiente de estudio de estas semanas en el centro, con los colegiales “implicados” en el respeto de las normas y en el seguimiento de los protocolos para evitar contagios.

Desde el comienzo del curso, según la directora, los estudiantes han mantenido una actitud responsable. “Ellos mismos decidían confinarse” cuando en su entorno se daba un caso de contacto estrecho o un positivo. “La coordinación ha sido muy buena” en los aislamientos que se han dado en el colegio mayor. En estas últimas semanas, con la suspensión de las clases presenciales en la Universidad de Granada, Rodríguez valora que “los chavales tienen más conciencia”.

Sobre el cribado realizado por Salud, Rodríguez apunta a que la labor de los sanitarios fue impecable. “Fue muy bien”. Además, “me dio tranquilidad” que se hicieran pruebas tanto a residentes como a la plantilla. Las familias de los estudiantes, apunta la directora, han estado informadas puntualmente. “Nos hemos adelantado y les hemos dado todo tipo de información. También les animamos ayudar a trabajar en la responsabilidad” de los colegiales.

Los doce colegios mayores y ocho residencias vinculadas con la Universidad de Granada suman unos 2.100 residentes. “Los Colegios Mayores disponen de un protocolo de prevención, específico para el sector y de aplicación nacional, que fue elaborado por el Consejo de Colegios Mayores Universitarios de España junto a Quirón Prevención”, indicaron estos centros tras anunciarse las medidas de la Junta.