¡Uy, qué frío! ¿Un vino caliente?

Propuesta. En España no es una bebida tan popular como en el resto de Europa debido al clima, pero ahora en invierno, en días de frío, lluvia o nieve, les recomiendo que lo prueben

¡Uy, qué frío! ¿Un vino caliente?
Margarita Lozano

19 de enero 2014 - 01:00

E L primer vino especiado fue el conditum paradoxum elaborado en la época del Imperio Romano. Su receta ya está recogida en el Libro I. De Re Coquinaria de Apicius, gastrónomo romano del siglo I d. C. Su libro constituye una fantástica fuente para conocer la gastronomía en el mundo romano. Apicius era conocido sobre todo por sus excentricidades y una enorme fortuna personal que dilapidó en su afán por hacerse con los más refinados alimentos, elaborados en complicadas recetas. Su desmedido epicureísmo le granjeó la antipatía de los estoicos contemporáneos suyos como Séneca o Plinio el Viejo. Según la receta de Apicius del vino caliente, había que poner a hervir vino con miel y añadir las especias: pimienta, anís, flor de nardo, laurel, azafrán, huesos de dátiles torrefactados y dátiles previamente macerados en vino. La mezcla se diluía posteriormente con vino para que no fuera demasiado 'fuerte'. Después, para mantenerlo caliente, se metían en el vino trozos de carbón ardiente.

En el siglo XII, aparecen varias recetas en el Languedoc. Chrétien de Troyes cita un vino especiado llamado pimien o piment , cuya receta encontramos en dos libros importantes de la época: Tractatus de Modo y en el Régiment de Sanitat de Arnaud de Villeneuve. A partir de 1390, las recetas de piments se denominan Hipocrás, probablemente en homenaje a Hipócrates.

En el siglo XIII, la ciudad de Montpellier es famosa por comerciar con un tipo de vino especiado llamado garhiofilatum, una palabra del latín medieval para designar el clavo de olor, una de las especias más utilizadas en estos vinos. Su elaboración era posible gracias al puerto de Lattes, donde llegaban las especias desde Oriente. Su fama fue tan grande que Enrique III de Inglaterra era uno de sus grandes clientes.

En Suecia es el rey Gustavo I quien instaura la tradición del vino caliente , preparado con vino del Rhin, azúcar, miel y especias: canela, jengibre, cardamomo y clavo. A partir de 1600, esta bebida aristocrática se hace muy popular y es conocida como Glögg (vino calentado). Cada comerciante preparaba su propio vino caliente comercializándolo con etiquetas lúdicas y atractivas. También es una bebida muy consumida en Finlandia, donde se llama glögi. El Glögg es una de las bebidas más populares de Escandinavia,hecha a partir de vino tinto, korn o vodka especiado con canela, cardamomo, jengibre y clavo y se sirve con almendras peladas y pasas.

Además, el vino caliente es muy apreciado en los países germánicos, conocido como Glühwein, sobre todo en los mercadillos de navidad típicos en Alemania, Alsacia, Austria, Suiza, Bélgica y Países Bajos, Polonia, República Checa y Rumanía.

En Francia llamaban 'vino a la francesa' a un vino caliente y azucarado aromatizado con canela que se servía en los albergues a finales del siglo XIX. Desde los Alpes, el vino caliente llega a Italia, donde se le conoce como 'vino quemado'.

En España no es una bebida tan popular debido, obviamente, a nuestro clima benigno. Pero ahora en invierno, en días de frío, lluvia o nieve, les recomiendo que lo prueben. Y si es delante de un buen fuego de chimenea, ya es casi un lujo oriental!!!

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último