Varias familias de Benalúa, entre los heridos de la explosión de Barcelona
Una veintena de familiares de los afectados, emigrantes de etnia gitana de la localidad granadina, partieron ayer hacia Gavà para ayudar y acompañar a sus parientes
El pequeño municipio de Benalúa de Guadix está sufriendo en primera persona los efectos de la explosión que se produjo en la madrugada de ayer en un bloque de pisos de una zona marginal del municipio catalán de Gavà. Varias familias de etnia gitana naturales de la localidad granadina que emigraron hace años a Barcelona han resultado afectadas por la explosión de gas, según informó ayer a este diario el alcalde del municipio, Juan Hidalgo.
Hoy mismo, el equipo de gobierno se reunirá a primera hora de la mañana para establecer algún plan de ayuda a las familias, tanto a los heridos -un total de 18 personas continuaban ingresadas anoche en dos hospitales de Barcelona en estado grave y muy grave- como a los más de veinte familiares que a lo largo de la tarde de ayer partieron de Benalúa para acompañar a sus parientes. Anoche el alcalde explicó a Granada Hoy que los familiares, que se desplazaron en vehículos propios nada más conocer la noticia, estaban todavía en camino y que, por tanto, no podía concretar ni el número de personas de Benalúa afectadas por la explosión ni la situación en que se encontraban.
"Mañana [por hoy] podremos tener más datos sobre las familias heridas y podremos ver también cómo podemos ayudarles. Ahora mismo la información que tenemos es toda muy confusa", reconoció el primer edil insistiendo en que, hasta ese momento -cerca de las doce de la noche- ,no había podido contactar con ninguno de los familiares."Como tantos andaluces, numerosas familias de Benalúa -municipio de unos 3.000 habitantes situado en la comarca del Marquesado- emigraron hace décadas a esa zona de Barcelona para buscar un futuro mejor", recordó Juan Hidalgo tras lamentar la violenta explosión que afectó al bloque de pisos en que vivían y que obligó a desalojar a unos 50 vecinos.
La explosión se produjo a las tres de la madrugada de ayer en el camino de Ca n'Espinós, un inmueble de una promoción de viviendas protegidas de solo tres plantas construido en una zona marginal de Gavà, donde residen mayoritariamente inmigrantes y personas de etnia gitana.
La policía científica de los Mossos d'Esquadra ha abierto una investigación para tratar de determinar las causas de la explosión, que, según el consejero de Interior, Joan Saura, podría tener como causa más probable una fuga de gas natural. Un total de 42 vecinos requirieron algún tipo de atención médica tras la explosión, en su mayoría por quemaduras, inhalación de humo y politraumatismos, si bien también se registraron varios casos de crisis de ansiedad. De todos los heridos, 23 permanecían hospitalizados al cierre de esta edición, de los que 18 se encuentran en estado "muy grave", cuatro en estado "grave" y uno con pronóstico "leve". Algunos de los heridos muy graves presentan quemaduras de segundo y tercer grado en entre el 15% y el 90% del cuerpo.
En concreto, en el Hospital Universitario del Vall d'Hebrón siguen ingresados 16 pacientes, de ellos ocho menores -siete con pronóstico muy grave y uno grave-, y ocho adultos -siete muy graves y uno grave-, todos con un estado estable dentro de su nivel de gravedad. También se está pendiente que un paciente del Hospital Clínico sea trasladado en las próximas horas a Vall d'Hebrón.
Por su parte, en el Hospital de Bellvitge permanecen otras seis personas hospitalizadas, tres con un pronóstico "muy grave", en la UCI, y otras tres con pronóstico "grave".
Quince minutos antes de que se produjera la explosión, los bomberos habían recibido una llamada de una mujer que aseguraba que había una fuga de agua en la vía púbica, frente al bloque donde poco después se produjo la explosión.
La explosión hizo desaparecer por completo la fachada del inmueble siniestrado y obligó a desalojar a unos 50 vecinos, muchos de ellos sin seguro, a los que el Ayuntamiento de Gavà les ha facilitado hoteles para pasar las primeras noches, hasta que la Generalitat les pueda realojar, ya que el edificio afectado será derrumbado. Algunos vecinos se quejaron de la tardanza en la llegada tanto de los bomberos como de los equipos de emergencia, si bien el consejero Saura aseguró que los bomberos acudieron 8 minutos después de recibir el aviso de la explosión y la consejera de Salud, Marina Geli, afirmó que las primeras ambulancias llegaron a los doce minutos.
El bloque siniestrado, que consta de tres plantas, forma parte de una promoción de viviendas protegidas terminada en 1997.
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