Carros de la compra con garrafas, pancartas, disfraces... pero sobre todo mucho, pero que mucho alcohol. Y para estrenar la primavera, el primer día de la nueva estación miles de jóvenes inundaron el botellódromo de la Huerta del Rasillo cargados de vasos de plástico rebosantes de alcohol. Más de 12 horas de fiesta que algunos culminaron con más fiesta en las discotecas abiertas para teñir de resaca la mañana del sábado. Cada uno gestiona lo que tiene como quiere o como puede. Lo que no faltan nunca son las visitas desde otros puntos del país para vivir lo que muchos ya consideran todo un clásico de la 'movida' en territorio andaluz. La inmensa marabunta dejó imágenes de todo tipo, desde gente almorzando con botellas de vino hasta jóvenes ataviados con trajes inverosímiles dispuestos a llamar la atención. Como cada año no faltaron las proclamas escritas que incitaban a buscar "un plan b" por si "no nos organizamos bien". Y así, Granada da la bienvenida a la estación de las flores.