Aromas y sabores
  • Todos hemos oído eso de que "cuanto más antigua sea la cosecha, es decir, la añada de un vino, mejor". Algo muy lejos de la realidad, ya que la vejez de un vino no significa que sea mejor, puede que ni siquiera esté bueno

  • Lo que sí aumentará con su edad será el precio

Vinos viejos, objetos de colección o sorbos de historia

Barriles de roble en la Bodega Histórica del Hospital de Estrasburgo. Barriles de roble en la Bodega Histórica del Hospital de Estrasburgo.

Barriles de roble en la Bodega Histórica del Hospital de Estrasburgo.

Escrito por

Margarita Lozano

Empecemos recordando que los tintos tienen más capacidad de envejecimiento, pero aún y así es muy difícil que un vino sobrepase los 15-20 años de vida (es decir, que siga en buen estado de consumo) tras el año de cosecha que marca la etiqueta. Hay excepciones, ya que algunos vinos tintos de Burdeos y algunos dulces como el Oporto lo hacen hasta entre 25 y 50 años.

Sin embargo, existen botellas muy antiguas que son cotizadas por su valor de colección ya que algunos de estos excepcionales vinos tienen una enorme importancia histórica. Hasta ahora para saber el estado de un vino viejo había que abrir la botella o al menos perforar el cierre con una aguja para extraer una pequeña muestra para su análisis, lo que nos abocaba a uno de estos dos escenarios: que el vino estuviera 'muerto', y una vez la botella abierta o perforada perdiera su probable valor de colección; o que estuviera en buen estado y tuviéramos el enorme privilegio de degustar un vino único, algo altamente improbable. Sin embargo, hace unos meses, un grupo de químicos de la Universidad de California en Davis comunicó que habían desarrollado un escáner que puede detectar si el vino se ha estropeado sin necesidad de abrir la botella gracias a la tecnología de resonancia magnética, muy utilizada en medicina, y puede detectar niveles minúsculos de ácido acético, el compuesto que proporciona al vinagre su sabor característico. Normalmente se considera que un vino se ha estropeado cuando contiene 1,4 gramos de ácido acético por litro, y esta nueva técnica detecta proporciones de sólo 0,1 gramos por litro, por lo que podría resultar de gran utilidad para las casas de subastas y los coleccionistas especializados en vinos de lujo y de cosechas antiguas.

Hasta hace poco, la botella de Speyer (o Römerwein en alemán) se consideraba la más antigua del mundo. Es un recipiente sellado, que se presume contiene vino líquido, llamada así porque fue desenterrada de una tumba romana encontrada cerca de Speyer, Alemania, en 1867, en lo que hoy es la región de Renania-Palatinado, durante una excavación en una tumba de un noble romano del siglo IV d.C. Ha sido fechada entre los años 325 y 350. Desde su descubrimiento, se expone en el Museo Histórico del Palatinado de Speyer.

Botella de Speyer. Botella de Speyer.

Botella de Speyer.

Es un recipiente de vidrio de 1,5 litros con 'hombros', de color amarillo verdoso y con asas en forma de delfín. Aunque, según los informes de los expertos, seguramente ha perdido su contenido de etanol, el análisis es coherente con el hecho de que al menos una parte del líquido era vino, probablemente producido en la misma región, en el que se diluyó una mezcla de hierbas. La conservación se atribuye a la gran cantidad de aceite de oliva espeso añadido a la botella para proteger al vino del aire, junto con un sello de cera caliente. Petronio, en su obra El Satiricón, escribe sobre botellas selladas de yeso, y ésta tiene similares características. El uso de vidrio en la botella es inusual, ya que el vidrio romano era demasiado frágil para ser un continente fiable. La botella permanece sin abrir, debido a las preocupaciones sobre cómo reaccionaría el líquido al ser expuesto al aire y porque seguramente, tal y como declara la profesora de enología Monika Christmann de la Universidad Hochschule de Geisenheim, "microbiológicamente, probablemente no está estropeado, pero no sería nada agradable de beber".

Sin embargo, posteriormente, en Pompeya se ha hallado una antiquísima botella que está siendo analizada en la Universidad de Valencia. El prestigioso arqueólogo valenciano Llorenç Alapont ha participado en el descubrimiento de esta bebida que, a priori se estima que pueda tener más de 2.000 años. La antigua ciudad de Pompeya quedó sepultada tras la erupción del volcán Vesubio en el año 79 d.C., pero la urna de vidrio encerrada en una caja de metal que contenía estos "seis litros de líquido de color rojizo oscuro" estaba enterrada en una tumba. El profesor Alapont explica que espera que "próximamente" se confirme que se trata de vino este líquido. Si esto es así "es la primera vez que se ha podido conservar vino en este estado y, por supuesto, sería el vino más antiguo conservado de la Historia”, cuenta este valenciano. En Pompeya se habían encontrado restos secos de vino en algunos de los comercios que se hallan en las vías de esta fantástica ciudad.

Y aunque no se trate de un vino embotellado, merece mención especial el llamado Strasburgo Wine Barrel, el barril de vino más antiguo del mundo, que data de 1472, es decir, su edad es de 550 años aproximadamente. Se encuentra debajo de uno de los edificios de servicios médicos más antiguos de Francia, los hospitales universitarios de Estrasburgo, en Alsacia, donde se ofrecía asistencia sanitaria, cobijo y una dosis de vino a viajeros y pobres que allí llegaban. Por eso, almacenaban las barricas en el sótano, donde esta ha sobrevivido a incendios y otros episodios históricos como dos guerras mundiales. La región es famosa por sus vinos blancos, especialmente de las variedades Riesling , Pinot Gris, Muscat y Gewürztraminer , y los pagos al hospital a menudo eran en vino y viñedos. Al igual que en los casos anteriores, el vino del barril de Estraburgo tiene un valor histórico y cultural y permanece cerrado, ya que seguramente el vino blanco que contiene sepa más a barril que a vino y tenga un pH muy alto.

Como decía al principio, estos vinos únicos por su excepcionalidad, son objetos de colección, como cualquier otra antigüedad, y si se ponen a la venta los precios solo están al alcance de pocos mortales. Les doy un par de ejemplos.

Una botella de vino de casi 250 años de antigüedad fue vendida en una subasta en Francia en 2018 por 103.700 euros. Era un Vin de Paille del Jura (Francia). Y aunque no sea un vino tan antiguo, su valor viene de una anécdota histórica. Se trata de una botella de la bodega Château Lafite Rothschild, en Burdeos, fundada en1234, que fue llevada de Europa a Norteamérica por Thomas Jefferson, el tercer presidente de los EE. UU. En ella tan solo están inscritas las iniciales del comprador TH. J., la fecha 1787, y el origen, Lafitte. Fue subastada en diciembre de 1985 por la suma de 148.800 euros en la casa Christies de Londres.

Lo que sí podemos cualquiera de nosotros es disfrutar de un vino elaborado en la actualidad pero cuya tradición lo hace el más antiguo del mundo. Se llama Commandaria, es generoso, se elabora en la isla de Chipre desde hace 5.000 años y ya lo tomaban Homero, los faraones y Ricardo Corazón de León, que lo puso de moda en las cortes europeas tras servirlo en su boda con Berenguela de Navarra. Toma su nombre de la Gran Commanderie. La Orden de los Caballeros de San Juan, que estaban en la zona, fueron los primeros elaboradores de este vino dulce único, y le proporcionaron el nombre que lleva. Ya ven, es posible beber unos sorbos de historia.

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