Vivir tocando el cielo y con las mejores vistas de una ciudad. Ese es el privilegio de quienes viven en un rascacielos, un tipo de edificio muy habitual en otras latitudes pero que en España y en concreto en Andalucía no ha sido el modelo arquitectónico a seguir. Pero a nuestra arquitectura tradicional se imponen también las vanguardias arquitectónicas y sobre todo la falta de espacio con la que se están quedando las ciudades, que obliga ahora a decantarse por una arquitectura vertical si se quiere aprovechar el poco espacio libre urbanístico que va quedando.

En Andalucía, en la actualidad, son varios los proyectos que hay encima de la mesa, algunos pendientes desde hace años. En Málaga, por ejemplo, en septiembre concluyeron las obras de uno de los rasacacielos de Martiricos, la torre sur, del proyecto AQ Urban Sky, que con una inversión de 175 millonese levantará dos torres para pisos y dos hoteles. Los precios: desde los 250.000 euros que se pagó sobre plano para un dos dormitorios hasta los 600.000 por un tres dormitorios de 100 metros cuadrados situado de la planta 15 hacia arriba. Tendrá 450 viviendas y 315 habitaciones de hotel con las piscinas más altas de Andalucía a más de 100 metros de altura. La capital de la Costa del Sol también tiene pendiente solucionar el proyecto del rascacielos del puerto, donde se proyectó un complejo hotelero de 150 metros de altura que incluye zona comercial y de ocio. Un proyecto adjudicado a una empresa extranjera con no pocos problemas legales.

En Sevilla se inauguró en 2016 el primer rascacielos de Andalucía, la Torre Sevilla, conocida como Torre Pelli por el nombre de su arquitecto, César Pelli. La Torre, que cambió el skyline de la ciudad con no poca controversia por ser más alta que la Giralda, seña de identidad sevillana, es sede de oficinas, un hotel, tiene centro comercial y alberga el CaixaForum. Son 180,5 metros de altura y consta de 39 plantas y en su construcción se vio envuelta en una fuerte polémica en la ciudad por el impacto visual que causaría y el riesgo incluso de afectar a la declaración de Sevilla como Patrimonio Mundial. Una vez superado ese debate, ahora tiene sobre la mesa la propuesta de convertir el parque de la Cartuja en una City, como la de Londres, con tres nuevos rascacielos para empresas y oficinas. También se ha autorizado un plan especial para una torre de 20 plantas que cambiará la imagen de la entrada a Sevilla desde Cádiz.

En la ciudad de Cádiz también miran a las alturas con el proyecto de la Torre Abu Cádiz, que se convertirá en el edificio más alto de la ciudad al alcanzar las 20 plantas de altura. La primera torre para Cádiz después de que hace 50 años se anunciara un proyecto imposible para levantar un rascacielos en los terrenos del mercado central, en pleno corazón del casco antiguo: la Torre 3000, con 265 metros de altura, cerca de 60 más de los pilares del puente de la Constitución de 1812. Se iba a convertir en el edificio residencial más alto de España y en uno de los más elevado de Europa. Finalmente, la cordura imperó y no salió adelante.

¿Y en Granada? La ciudad de la Alhambra ha tenido varios proyectos de rascacielos pero por ahora solo uno se ha hecho si se considera con esa calificación la Torre de San Lázaro, con 19 plantas. Pero ha habido más proyectos que finalmente no han salido adelante por problemas urbanísticos. ¿Será ahora, con el futuro PGOU, cuando se vuelva a pensar en esta opción constructiva?

Un repaso histórico a los proyectos que se han planteado dejan media docena de proyectos ideados en varias fechas.

Atalaya de San Lázaro

Atalaya en el barrio de San Lázaro

El único que se materializó fue el de San Lázaro dentro de la renovación del barrio, una intervención que permitió, aumentando la edificabilidad en altura, hacer una gran plaza central que cambiara la estructura de la zona. La Atalaya de San Lázaro rompió en 2004, año en el que se terminó la obra, el techo que hasta entonces tenían los edificios de Granada, con un máximo de 10 plantas. Este subía hasta las 19 con una altura de 65 metros para albergar 84 viviendas. Era la primera vez que se construía un edificio más alto que la torre de la Catedral de Granada.

Se adjudicó en el gobierno tripartito de mayoría socialista a Vallehermoso como culminación de la reforma de este barrio de la ciudad, cuyo proceso también costó muchos años pues hubo que negociar con los propietarios antiguos para hacer las expropiaciones y así reurbanizar toda esta zona. Tras el cambio de gobierno municipal en 2003 y la llegada del PP de Torres Hurtado a la Alcaldía, el ejecutivo decidió presionar a la empresa para que culminara la obra que tenía que haber terminado en 2002. La forma más contundente de hacerlo fue mediante la apertura de una expediente sancionador que casi alcanzaba el millón de euros y al que luego se sumó una indemnización también millonaria que se anuló judicialmente.

Torre de Caja Rural

En 2004 se anunció el plan de expansión de Caja Rural, que suponía construir una nueva sede de la caja en Cerrillo de Maracena. Se dijo que iba a tener 20 plantas y se habla de que el arquitecto Norma Foster se podría hacer cargo del proyecto, de unos 83 metros de altura. Finalmente la crisis y los cambios en el consejo de la Caja dejaron congelado el proyecto.

Torre Forum

Torre Forum, que iba a albergar oficinas y pisos turísticos.

En diciembre de 2011 se presentó el proyecto de la Torre Forum, que iba a tener casi 100 metros de alto y 25 plantas, por lo que estaba llamada a convertirse en la más alta de la ciudad, con seis plantas más que San Lázaro. El arquitecto Eduardo Jiménez-Brasa llegó a presentar el proyecto, promovido por García Arrabal y del que se iniciaron incluso los trámites de licencia. El objetivo era construir una torre de 25 plantas, de las que 14 serían para oficinas, la 15 un mirador y de la 16 a la 25, un total de 120 apartamentos turísticos a modo de estudio con terraza. Una innovación junto en la zona Forum, junto al Parque de las Ciencias, que iba a unir también la calle Pérez Pujadas con el parque Tico Medina. Jiménez Brasa había sido también responsable de la ampliación del Parque de las Ciencias, de la sede de la Caja Rural o de la Cámara de Comercio. Al final, el proyecto -en el que se iban a invertir 44 millones- quedó en un cajón por la crisis y las trabajas administrativas y urbanísticas y se supieron más detalles de él con la investigación de la Operación Nazarí al aparecer incluso en conversaciones entre su promotor y la entonces concejal de Urbanismo.

Torre de cristal del Serrallo

Maqueta de lo que se quería construir en el Serrallo.

El actual centro comercial Serrallo no iba a ser como es. La torre sobre la que aparecen los carteles publicitarios de sus negocios se ideó en principio como una gran torre de cristal, de 19 plantas, que iba a ser sede de oficinas. La proyectó el arquitecto Carlos Quintanilla con un estudio británico pero la crisis también frustró el proyecto del promotor García Arrabal además de los permisos, la oposición vecinal (se llegaron a recoger firmas en su contra) y de la dificultad que se vio para alquilar sus espacios y por tanto rentabilizar la obra. En 2011 desistió del proyecto.

Torres gemelas en Albayda

Proyecto para la Villa Olímpica con dos torres.

En 2007 el Ayuntamiento de Granada presentó una innovación urbanística que permitía construir en Albayda, en la zona de expansión de la ciudad, dos torres gemelas de 25 plantas y casi 80 metros de altura al final de la Avenida García Lorca. En 2009 se dijo que se iba a construir allí la Villa Olímpica para la Universiada de 2015, destinando esas dos grandes torres a los alojamientos de los deportistas. De aquel anuncio no se supo nada hasta 2011, cuando se descartó el proyecto por el coste económico, por lo que el suelo se puso a la venta. En 2019 Aedas Homes anunció el nuevo desarrollo de la zona, derivando el proyecto inicial a dos torres de edificios con diez plantas menos, quedándose en 14 plantas. Este proyecto es el único ejecutado parcialmente pero rebajando esa idea inicial.

Puerta de la Vega

Hay otros proyectos de los que menos se ha sabido y seguro otros que esperan en cajones a ser resueltos. Se puede mencionar así también la idea del arquitecto Norman Foster en los años 90, que proyectó la Puerta de la Vega, una controvertida operación urbanística junto a la casa de verano de Federico García Lorca, la Huerta de San Vicente, que acabó en el cajón por imposible.